Los deseos de mi alma (segunda parte)
Fecha: 26/06/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos
... exagerada, mientras me ponía de perfil y le lanzaba besos y ponía morritos. Me estaba comportando como una auténtica zorra. Como lo que soy. Como la puta de Laila. No había música, pero te encargaste de que tus gemidos de placer ocuparan mis oídos. De forma acompasada y cada vez con una respiración más comprometida, tu placer iba en aumento.
Mi excitación aumentaba, y no pude disimular mi erección debajo de la falda corta con la que me había vestido Fer siguiendo tus indicaciones. Se dio cuenta inmediatamente de que un bulto asomaba entre mis piernas, y comenzó a masturbarse sin dejar de mirarme. Su polla, larga y gruesa aumentó de tamaño mientras seguía frotándose sin descanso. Tus gemidos seguían resonando en mis oídos cuando te escuché:
“Pedro, de rodillas. Acércate y ponle un condón a Fer con la boca. Y tú Miguel… no pares ni un segundo… estoy a punto de correrme”.
De rodillas, me acerqué gateando como un gatito hasta los pies de Fer, y sin que lo esperases, comencé a lamerlos. Fue entonces cuando te escuché estallar en tu tercer orgasmo del día.
“Joooder Pedro… eres perfecta, preciosa. Qué zorra tan increíble eres. Me estoy corriendo… oh… si, sí, sí, síii. Miguel, ahora quiero que me limpies despacio. Limpiar es limpiar. No quiero que lamas, sino que limpies mis piernas, mi culo, mi coño, el sofá y todo lo que haya manchado con mi orgasmo. Hazlo despacio… Quiero recuperar un poco la respiración antes de follarte mientras mi puta es follada por mi amigo ...
... Fer”.
Tu amigo Fer me miraba fijamente, mientras agarraba su polla por la base y me decía:
“Ven aquí, puta. Llevas un ratito provocándome… y te voy a dar lo tuyo”.
Me acerqué, me coloqué de rodillas y abrí el envoltorio del condón. Lo coloqué sobre su base e inmediatamente me di cuenta que no iba a poder ponérselo simplemente con la boca. Había que hacer presión para que el condón quedara perfectamente fijado en su polla. Después de un buen rato sin poder bajar el condón hasta la base simplemente con los labios, me apartó bruscamente y me dijo:
“Vas a tener que aprender a comer pollas mejor. Tendré que comentárselo a Laila, y te anticipo que no creo que le haga mucha gracia”
Apesadumbrado observé cómo él mismo se colocaba el condón y vi que efectivamente estaba apretando su gruesa polla. Entonces, sin apenas mirarme, me agarró del cuello y me dijo:
“Súbete la faldita, cariño. Voy a sacar el plug y lo voy a sustituir por una polla de verdad”.
Sin decir nada, agaché mi cabeza contra el suelo, y apoyándome simplemente con las rodillas y con la frente, eché las manos hacia atrás y subí la faldita por encima de mi cintura. Violentamente bajó el tanga que tan cuidadosamente me había puesto y sentí que aflojaba la presión del plug. No duró mucho tiempo el alivio, porque con un movimiento violento, lo sacó de mí y sin dejarme recuperar la compostura, sentí como su polla ocupaba el espacio que antes ocupaba el plug hinchable. Noté sus fuertes manos agarrar mi cadera y ...