Mi sobrino se queda en casa
Fecha: 05/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Dolores, Fuente: CuentoRelatos
... culazo»
De tanto insistir me decidí a darle lo que más quería y me propuse dárselo de regalo el día de su cumpleaños. Esa noche le dije que mi regalo estaba en mi habitación, que me esperara en el suyo que no me demoraba en bajar. Le di una vuelta a mi madre que dormía y preparé el regalo. Bajé vestida con una falda amplia, entré a la habitación y le dije:
—Este es mi regalo para ti.
Le di la espalda, me subí la falda y colgado de mi pantaloncito estaba un lazo de los que se le ponen a los regalos, me quitó el lazo y me sentó en sus piernas besándome, yo me paré y le entregué un paquetico envuelto en papel de regalo, lo abrió y dentro estaba un gel lubricante. Se paró de la silla y nos desnudamos, me dijo que antes quería darme una lamida y a la vez yo se la chupara, fuimos a la cama se acostó boca arriba y me dijo que le pusiera el chocho en la boca, lo hice y al ver su miembro me lo llevé a la boca y así nos chupamos mutuamente. Nos zafamos de esa posición y me dijo que me montara en su miembro lo cual hice gustosa. Cuando estaba cabalgando, tomo el gel lubricante, se untó uno de los dedos, me separó las nalgas y comenzó a lubricar el hoyito que tanto deseaba. Después me dijo que ya quería hacer uso de su regalo, que me pusiera de popa, abriera las piernas y levantara bien el culo para que el hoyito apareciera despejado, me untó más gel y sentí cuando metió uno de sus dedos y comenzó a frotarlo y a lubricarlo. En un momento sacó el miembro de mi chocho y lo ...
... enfiló hacia el ano. Yo volteé un poco la cabeza y le dije:
—Papito, por favor hazlo despacio para que no me duela mucho, la tienes un poco gruesa para mi hoyito.
Me dijo que estuviera tranquila que lo haría lo más suave que pudiera y que me quedara quietecita. Con una mano me separó las nalgas y con la otra agarró su miembro y empujó un poco pero no podía lograr que entrara porque al sentirlo me fruncía y cerraba las nalgas. Nuevamente se puso gel en un dedo y luego dos y comenzó a dilatarme el hoyito metiendo y sacándolos hasta que estos ya entraban con facilidad. Me relajé un poco y dejé de fruncirme cosa que aprovechó para sacar suavemente los dedos, enfilar su estaca y luego de un par de intentos, meterme unos centímetros. Yo solté un gritico y traté de huir de la embestida, pero me agarró firmemente y me dijo:
—Quédate quietecita que ya entró la cabeza, ya estas ensartada, relájate para poder metértela un poco más y poder bombear.
Sentí cuando con las dos manos me separaba las nalgas y me la metía otro poco, paró de meterla y me dijo:
—Ya verás cómo este culazo se va amoldando al grosor de mi verga y comenzará a gozar.
En un momento me introdujo buena parte y le dije que no me la metiera toda, que cada vez que me la metía más adentro sentía dolor, entonces la sacó hasta la punta, casi toda afuera y la volvió a meter solo un poco. Este movimiento lo hizo varias veces y cada vez que lo hacía sentía como mi culo lo iba aceptando. Luego comenzó a metérmela más ...