1. Mi sobrino se queda en casa


    Fecha: 05/11/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Dolores, Fuente: CuentoRelatos

    ... adentro pero quizás por ser la primera vez tenía temor que me hiciera un daño, así que le pedí no me metiera más.
    
    —Tranquila, —me dijo— con lo que te he metido me siento complacido, al fin se me ha cumplido el sueño de estar enterrando la verga en este culazo que me gustó desde el primer día que lo vi, es que es un espectáculo ver lo lindo que se ve tu culazo con mi verga dentro.
    
    Después de varias metidas y sacadas me dijo que aguantara un poco, que ya iba a terminar, dio un par de bombeadas y se corrió dentro. No la sacó hasta que estuvo flácida, se bajó de la cama y fue al baño para asearse, cuando regresó me encontró en la misma posición, pues yo quería airear mi culito y rogar para que no hubiese quedado muy magullado. El me aseo con una toalla húmeda, le dio un beso a cada una de mis nalgas y me agradeció el regalo. Ya un poco más calmada me acosté boca abajo al lado de él, le dije que me había dolido un poco, pero a lo último lo disfruté, a lo que me respondió que era natural que me doliera, pero a medida que me la fuera metiendo más veces, el hoyito se dilataría y no me dolería para nada.
    
    Después de un par de días me encontraba en casa solo con una blusa y pantaloncitos estilo tanga que dejaban ver todo el entorno de mi trasero. Cuando Jorge llegó, le abrí la puerta y al darle la espalda me pasó las manos por la ...
    ... cintura, me restregó varias veces su miembro en las nalgas y me dijo:
    
    —Vamos a mi habitación porque te la voy a enterrar por el culo.
    
    Al entrar me pidió que me quitara el pantaloncito, que me pusiera de popa en el borde de la cama, que separara las piernas lo que más pudiera para que mi hoyito quedara despejado. Me coloqué en la posición que él quería, me untó gel y sentí que mi hoyito respondía cuando metió un dedo, así que me animé. Pasé las manos por detrás y le colaboré abriéndome yo misma las nalgas. Colocó su estaca y entró un poco con alguna dificultad, pero menos que la primera vez, luego sentí como poco a poco me la iba metiendo más adentro hasta que, pienso, me entró la mitad. Después de varias bombeadas paró y me dijo que ya mi culo estaba respondiendo por lo tanto fuera yo la que se la metiera y sacara para encontrar más placer. No fue difícil encogerme y recular para meterme y sacarme ese tronco que ahora me daba placer por ambos lados. Él solo se quedó inmóvil con sus manos separando mis nalgas y diciendo:
    
    —Me siento el hombre más afortunado del mundo al saber que fui el que inauguró este culazo hermoso al que le voy a dar verga cada vez que pueda.
    
    Jorge fue trasladado a una ciudad cercana y tuvo que radicarse en ella, pero me visita cada vez que puede y en esas venidas me da mi ración por ambos lados. 
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