Marion en África
Fecha: 03/07/2025,
Categorías:
Anal
Autor: Theresa1986, Fuente: CuentoRelatos
... de mi diario son los que te proporcionan estos placeres femeninos?” pregunté.
“Bueno, sí. Ellos me avisan cuando hay alguna puta europea en la capital”
“Los voy a denunciar a las autoridades de nuestro diario y cuando llegue a la capital me van a escuchar... ¡Sinvergüenzas!”
“Ni se te ocurra hacer eso. Están vinculados al gobierno. Pasarías a engrosar el número de europeos desaparecidos... ¡Cuidado Marion!”
“Ya veo como son las cosas...” dije.
“¿Sabes algo? Para putas como tú, guardo en la caja del burdel donde estuvimos, un traje de mujer. Lo encargué específicamente para este propósito, es de Francia. Lo apreciaste, es realmente muy seductor. Las chicas hermosas se lo ponen antes de que yo las folle... En tu caso, realmente necesitabas un asistente que te taladrara el culo para usarlo mejor. Esto no se requiere muy a menudo, muchas mujeres ya tienen sus traseros estirados. Pero para ocasiones como la tuya, tengo un viejo compinche: Titi. Es un verdadero idiota ambulante. Todo lo que hace es follar a sus tres esposas y deambular por Mumbo Yumbo en busca de alguna para follar. Así que le da mucho placer cuando le doy la oportunidad de follar con una hermosa mujer blanca. Y completamente gratis, importante para los residentes ...
... locales. Pero ahora me has servido bien y puedes irte al hotel", terminó Rolf, bostezando.
“¿No me acompañas?”
“No, quiero dormir. ¡Vete!”
“¿Te puedo dar un beso?”
“No, no no. ¡Vete! ¡Vete! Me molestas”
Salí corriendo de su casa, ni viva ni muerta por el desdén que me infligió. Llegué al hotel e inmediatamente me metí en la cama y me quedé dormida. Al día siguiente me despertó un chico que me entregó un paquete de Rolf con mi ropa; me quité el traje de noche que ahora Rolf guardará para la próxima mujer, que, como yo, se entregará a él. El mismo día conseguí un vuelo privado a la capital del país. Nunca más volví a ver a Rolf.
Ahora, cuando algún amante casual intenta penetrar mi ano, -riéndome de mí misma- me opongo firmemente; el amante se desiste y se disculpa.
Y sí, que se disculpe. Mi ano casi desgarrado es solo para hombres de verdad. Y aquí no hay nada que los elegantes hombres de negocios de Berlín puedan hacer... Por las noches, a veces pienso en Rolf y en todo lo que me hizo. Quedo sofocada por el resentimiento, la humillación y los insultos que he experimentado. No permitiré que nadie me vuelva a hacer esto. Sin embargo, a veces recuerdo esa bochornosa noche africana que me abrasó con el fuego de la pasión exótica.
FIN