1. Reencuentros calientes


    Fecha: 03/07/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: AnaLaura27, Fuente: CuentoRelatos

    ... corazón con mi pecho, y poco a poco me fui dando la vuelta para recargar mi espalda sobre el, en ese ligero movimiento volví a tener un roce con su sexo erguido y mi temperatura se iba disparando cada vez mas, empezó a acariciar mis pechos poco a poco, y al sentir sus manos sobre ellos, mis pezones reaccionaron poniéndose de punta, dirigió poco a poco sus manos hacia mi vientre y es entonces cuando me volví hacia él lentamente y lo bese, siguió acariciándome lentamente hasta llegar a mis piernas, con sus dedos empezó a jugar con mi vagina.
    
    Salimos y nos dirigimos hacia la cama, colocó una almohada bajo mi espalda y me recostó, se inclino a la altura de mi entrepierna, y ahí combinó el sabor del helado de limón con el mío, esa sensación de frío-calor, estaba experimentando acompañado de su deliciosa lengua me volvían loca, se quedó ahí un rato haciendo maravillas, me pidió que aguantara aunque no me gustara, pero cómo no iba a gustarme esa sensación que me provocaba tanto placer y felicidad al mismo tiempo, además a él todos estos sabores parecían gustarle, ¿por qué interrumpirlo?
    
    En algún momento se metió en la boca una pastilla de menta y volvió a comerme la entrepierna, era raro lo que sentía entonces, era como si mi vagina también estuviera comiendo una pastilla de menta y al sentir su aliento recibiera una bocanada de frescor, como el que se tiene en la garganta al tragar aire, era algo desconcertante, no sabía si me gustaba o no, permití que hiciera conmigo lo que ...
    ... deseara ese día.
    
    Después de darnos un gustazo con aquellos juegos previos se incorporó frente a mi y tiró de mis piernas hacia él de un modo que nadie más ha hecho, es como si en ese gesto me dejara claro quien dirigía a quien y me encantaba que fuera él; me penetró con suavidad al principio, tanteando el terreno y reconociéndolo, una vez que recordó subió poco a poco la intensidad de sus embestidas, como si deseara comerme en una de ellas, el placer se apoderó de los dos y dejamos que nuestros sentidos fueran los únicos que rigieran nuestros cuerpos. Él disfrutaba tanto como yo de aquél juego erótico y se movía de formas distintas para darme cada vez más placer, yo intentaba acrecentar aquella deliciosa sensación acariciando mi clítoris, la cual se volvió más placentera cuando me acercó una crema.
    
    —Me excita verte hacer eso —me dijo.
    
    Y a mi me excitaba ver su cuerpo moviéndose con maestría regalándome aquellos momentos tan intensos.
    
    Nos entregamos con fuerza e intensidad, pero él empezó a sudar de una manera muy rica, me gustaba ver el brillo que éste dejaba en su cuerpo en movimiento, esa escena me excitaba mucho, verlo sudar, sentirlo concentrado en sus movimientos, sentirlo dentro de mi, se disculpo diciendo que la temperatura que había dejado el agua en su cuerpo le hacía que sudara así, pero yo sabía que no era eso, sino el momento que ambos estábamos viviendo y en el que tanta energía nos derretía el cuerpo.
    
    Paramos un rato para cambiar de postura frente ...
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