1. Vacaciones en ibiza


    Fecha: 06/11/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hasta donde era capaz de llegar !
    
    Seguimos así durante unos minutos más, y yo notaba como su polla dura se apretaba contra la parte exterior de mi muslo, y no pude resistirme a la tentación de cogerla y tenerla entre mi mano. Estaba como una estaca de dura, y al sentir que se la tenía cogida, intensificó sus movimientos conmigo.
    
    Así continuamos, yo agarrando su hermosa polla, y el metiendo sus dedos en mi coño, hasta que llegó un momento en que ya no podía aguantar más, apenas podía reprimir mis gemidos, chorreaba como una perra, me retorcía como una serpiente, …hasta que me corrí.
    
    Me quedé exhausta, pero muy caliente. El se tumbó a mi lado, pegado a mi, nos quedamos mirándonos a los ojos, con mirada cómplice, y lentamente nuestras bocas se fueron acercando, y nos fundimos en un largo e intenso beso.
    
    Permanecimos mirándonos y besándonos durante unos minutos más, hasta que el me preguntó como me llamaba.
    
    - Carla, le dije, y tu ?
    
    - Francisco, me dijo el.
    
    Nunca olvidaré este maravilloso encuentro, me dijo, y me preguntó si sería posible volver a vernos.
    
    - Puede que si, le contesté. Todavía estaré nueve días más en Ibiza, y la isla no es tan grande. Además, todos los días venimos a esta playa.
    
    Nos dimos otro intenso y maravilloso beso, y entonces el se levantó, fue hacia su toalla, se vistió, tomó sus cosas y se fue. Al alejarse un poco, se dio media vuelta, me miró a los ojos y me dijo:
    
    - Te volveré a ver, Carla. Seguro.
    
    Permanecí tumbada en mi ...
    ... toalla, con la mirada perdida, recordando cada segundo de lo sucedido, e imaginando lo que me hubiese gustado que sucediese, y así durante unos diez o quince minutos más, hasta que llegó mi marido. Me preguntó que tal estaba, y que si había pasado algo con el chico que tanto me miraba.
    
    - Nada, le contesté, me miró dos o tres veces más, pero enseguida se fue...
    
    Permanecimos en la playa una hora más, y yo no podía quitarme de la cabeza lo sucedido. Estaba como en una nube, y sobre todo, estaba excitadísima. Mi coño estaba a cien, y necesitaba una buena polla dentro que lo llenase y atravesase.
    
    Nos levantamos, recogimos las cosas, y nos vestimos para volver al hotel. Yo estaba tan excitada que ni siquiera me puse el bikini, únicamente un vestido pareo muy fino que me transparentaba todo. Nos dirigimos al coche, caminando por la orilla de la playa, y yo me sentía con ese vestido como si fuese desnuda, y que todo el mundo me miraba y me veía desnuda…y eso no hacía más que excitarme aún más.
    
    Llegamos al hotel y lo primero que hice fue darme una ducha que refrescase y relajase un poco la excitación que tenía. Después me tumbé desnuda en la cama y me quedé medio adormilada durante un buen rato. Cuando desperté, mi marido no estaba en la habitación, me levanté y estaba en la terraza a ras de suelo, recostado en una tumbona, desnudo y con una buena erección. Me acerqué a el, yo también desnuda, me puse enfrente de el, apoyé mis manos en sus muslos, y poco a poco fui bajando, ...
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