Vacaciones con mis hermanas (Capítulo I): Hermana favorita
Fecha: 07/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Ozymandias, Fuente: CuentoRelatos
... humilla!
—Es su manera de demostrar cariño.
—Pues no me agrada que lo haga así.
—¿Y cómo te gustaría que lo hiciera? —Esa pregunta me sorprendió, ella se dio cuenta y volvió a reír ¿Qué era esto?— no importa, necesito que hables con ella, tú pasaste por lo mismo, tal vez puedas convencerla de que no es algo de vida o muerte.
—No, me niego —Dije cruzando los brazos.
—¿En serio? —Ella hizo pucheros—, ¿Acaso ya no me quieres? —Odio cuando ella hace eso, me siento obligado, es que si pudieran ver su rostro es tan…
—¡Esta bien! ¡No hagas eso!
—¡Excelente! ¡Por eso te quiero tanto! —Y me abrazó tan fuerte, mi cabeza quedó casi entre sus pechos, intentando evitar pensamientos morbosos miré hacia un lado.
—Si, si, lo sé… iré en un rato.
—No, lo harás ahora —Tomó mi brazo y con una fuerza que jamás había notado que tuviera me arrastró hasta el cuarto de Sabrina que quedaba justamente a un lado del mío.
—No, oye, tenía que prepararme —Le susurré, pero Jane me ignoró, abrió la puerta de mi hermana y me lanzó dentro de la habitación, solo para cerrarla con seguro después de mi.
Supe que acababa de entrar al infierno, las paredes decoradas de un color casi blanco pero con un poco de rosado me daban más miedo que nunca, escuché el movimiento de la cama detrás de mí, era el fin, ella se daría cuenta de que había invadido su territorio, estaría muerto en cualquier momento y lo peor es que jamás pude ascender en las clasificatorias de Overwatch.
—¡¿Qué ...
... haces en mi cuarto?! —Preguntó Sabrina, molesta. Me giré solo para encontrarme con que no estaba lo más presentable.
Usaba una blusa bastante espaciosa color violeta, pero que le llegaba hasta arriba del ombligo, su parte inferior estaba casi al descubierto, solo siendo cubierta por un calzón morado claro. Mi mirada se perdió con aquella vista, jamás había estado cerca de mi hermana vestida de aquella manera, era como tener una diosa frente a mi, pero tenía que controlarme, debía ser fuerte, usé todo lo que tenía y logré ver su rostro; sus ojos estaban hinchados de tanto llorar y aun así mantenía su belleza intacta, aunque pude notar su furia al instante. Ella se abalanzó sobre mí e intentó jalarme hacia la salida, pero no pudo.
—Yo… yo, lo siento, fue Jane… —Le respondí, nervioso, fue lo único que pude decir.
—¿Jane? ¡¿Qué no ha entendido que no quiero ayuda?! —Tocó el picaporte pero no logró abrir—, ¡Le puso llave! ¡Ya me conocerá!
—¿Llave?
—¡Si! ¿Eres sordo, enano? Nos encerró.
—No sabía…
—No claro que no, nunca sabes nada. Pues bueno, aquí estamos —Se resignó, ambos sabíamos que Jane no daría su brazo a torcer, cuando quería algo solía conseguirlo—, siéntate lejos y no me molestes, no hay que hacer esto más difícil de lo que ya es.
—¿Estás bien?
—¿Te parece que estoy bien? —Señaló su rostro y después la manera en la que estaba vestida—, ¿Crees que así se ve alguien que está bien?
—No.
Ella se recostó en la cama bocabajo, dejando sus nalgas con ...