La calentura de la señora Camila. Disfrutando sus nalgotas
Fecha: 09/07/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: RRuser, Fuente: CuentoRelatos
La señora Camila tenía un bonito cuerpo. Sus tetas eran firmes aunque pequeñas, pero lo que más resaltaba en ella era su tremendo culo, unas nalgas voluminosas y firmes que le gustaba lucir con pantalones de mezclilla ajustados. De 1.55 de estatura más o menos, no era delgada precisamente, tendría unos 35 años cuando yo llegué a rentar un cuarto en el terreno donde ella tenía su casa. Todos la conocíamos como "la China", pues las facciones de su cara y sus ojos eran parecidos a los de las mujeres asiáticas. Estaba casada con un señor que se fue a trabajar a Estados Unidos y de dicho trabajo fue que se construyeron una casa bastante grande y pusieron cuartos en renta como negocio.
Después de la vez en que me llamó la atención por los gemidos que hicimos cuando cogimos con Maribel y Arturo ahí en el cuarto, la señora Camila estaba más al pendiente de a quiénes metíamos a la casa, a mí solo me daba permiso de meter a mi novia. Pero su actitud hacia mí empezó a ser más amable e incluso fue a poner sus tendederos de ropa frente al cuarto que yo rentaba, así que seguido encontraba ahí su ropa, incluyendo sus calzones y brasieres. Yo como buen fetichista de la ropa interior femenina, en algunas noches salí a tomar prestado uno que otro brasier y calzones para masturbarme con ellos, imaginando cómo sería ver dichas prendas puestas en su cuerpo, enredando y apretando sus brasieres alrededor de mi verga y poniendo el puente de sus calzones sobre mi nariz, imaginaba a qué olería su ...
... panocha, me venía delicioso procurando no mojar con mi leche sus prendas, pues no quería tener problemas. Y al terminar, las regresaba a los tendederos.
Yesica se dio cuenta del cambio y la actitud de la señora Camila hacia mí y decía que andaba queriendo algo conmigo y que colgaba su ropa ahí para coquetearme. Este hecho también nos calentaba mientras hacíamos el amor, hablábamos e imaginábamos cómo sería coger esas nalgotas, si por su tamaño sería más fácil hacerle un anal o si mi verga cabría en su boca, pues su boca y labios eran pequeños. Imaginando todo eso tuvimos orgasmos intensos. Sudados y cansados, al recuperarnos, Yesica me dijo en son de broma, que debería cogérmela, igual y así nos haría un descuento en el pago de la renta. Eso me causó risa, pero Yesica hablaba en serio.
Yesica se había vuelto muy coqueta y provocativa con algunos chicos de la escuela, cuando andaba con Yaja conseguían que les invitaran cosas o que las invitaran a salir. Y aunque es difícil de creer, mi novia dejaba hasta ahí su coquetería, porque no llegaba a nada más con ningún chavo, seguíamos muy enamorados y teníamos lo que necesitábamos en el sexo, dentro del grupo de amigos de ella.
Aun así, el hecho de saber que podía tener lo que ella quisiera con su belleza, le hizo decirme que bien podría cogerme a la señora Camila a cambio de que nos condonara la renta, pensándolo bien, no era mala idea, así que ya con su permiso, empecé a tirarle la onda a la China, le tenía muchas ganas a ...