1. La calentura de la señora Camila. Disfrutando sus nalgotas


    Fecha: 09/07/2025, Categorías: Infidelidad Autor: RRuser, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus nalgas eran muy grandes. Nos volvimos a calentar, a besarnos y al oído me dijo: "Es tuyo cundo quieras". Al instante se me paró la verga de nuevo, le pregunté si ya se lo habían metido por atrás antes, me dijo que sí, su marido ya lo había hecho. Pero por el tiempo que no lo veía, seguramente ya era virgen de nuevo. Le contesté que sí me la cogería por el culo, pero en otra ocasión. Yo tenía en mente a mi Yesica, estaba seguro de que ella querría estar presente cuando perforara ese enorme culo, pero tendría que convencer a la señora Camila de que mi novia nos viera y en el mejor de los casos, que se uniera a nosotros.
    
    Salimos de la regadera, nos secamos y ella se cambió de ropa, una lencería muy parecida a la primera pero en color rojo. Me encantó ese detalle. Me preguntó: ¿Te excita verme vestida así verdad? Le contesté que sí y me dijo que se había dado cuenta que cuando ella dejaba su lencería colgada, yo salía a tomarla en algunas noches, y quería saber qué hacía yo con su ropa. Obvio le conté cuánto me excita la textura de la ropa, las formas y le conté también cómo me masturbaba enredando sus brasieres en mi verga y lo delicioso que eso me hacía venir. Ya estábamos más que calientes otra vez. Me amarró la verga con una de las medias blancas que usó al principio, enredó mis huevos y también mi tronco, de modo que la presión me tenía adolorido pero más duro que antes, ella me puso el condón me tendió sus brazos y me puso de pie. - Entonces ¿te gusta mucho mi ...
    ... culo?. Me preguntó. Yo le contesté que me encantaba. Ella se hincó en la orilla de la cama y se empinó de modo que su culote quedo a mi disposición, ella sola con sus manos separó sus nalgas y me volvió a decir que sería mío cuando yo quisiera. Por más ganas que tuve de penetrarla analmente, me aguanté y dirigí mi verga a su panocha que estaba escurriendo de nuevo. Sentía un dolor intenso en mi verga que se fue calmando con el calor tan rico que sentía dentro de la panocha de la señora Camila, me parecía inmenso ese par de nalgas que rebotaban en mi vientre mientras tomaba con mis manos la cadera de esa hermosa señora, ella gemía y gemía recibiendo mis embestidas, su cara golpeaba con las sábanas de la cama y yo no me cansaba de taladrar su interior. Empecé a sentir dolor en mi abdomen por tantas embestidas que daba, ella entre gemidos ya se había venido pero sin decir nada me seguía recibiendo. Me detuvo un momento y saqué mi verga, estaba roja, casi morada que no la sentía. Ella desamarró el nudo de su media en mi verga y huevos y se volvió a poner en la misma posición, sentí mucho alivio y su calor de nuevo me hizo sentir tan bien que no tarde mucho en venirme, aunque siendo sincero, con mucho dolor mi orgasmo.
    
    -Ven chiquito, recuestate un momento. Me dijo mientras yo casi sin fuerzas y gateando me recosté a un lado de ella, me sentía exprimido, seco. Ella me besaba en la cara y en los labios mientras su mano masajeaba mi verga y huevos, calmando un poco mi dolor.
    
    -A la ...
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