El rapto (capítulo ocho)
Fecha: 13/07/2025,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... me senté en la taza para evacuar todo el semen que me quedaba. Estuve bastante tiempo allí, vi la crema que me había untado al llegar y me unté yo mismo.
Al rato alguien entró, tenía la cara cubierta por una media de color negro, estaba desnudo, era mulato, me volvió a vendar los ojos y me llevó a alguna de las habitaciones y me encerró allí. Había una cama, una mesita de noche y una ventana pequeña con una reja, de todas maneras huir era imposible, estaba desnudo. El tiempo pasaba, la música fue amainando y me quedé dormido. Me desperté cuando alguien entró y se me tiró encima, yo ni me opuse, él metió su pinga en mi culo y me singó en silencio, yo sin moverme casi. Cuando eyaculó, me dijo:
- ¡Ya se fueron todos, mami, pero te quedas aquí hoy, mañana te vamos a singar de nuevo!
- ¡Quiero irme!
- ¡Tú eres maricón y te gusta que te den pinga, por eso estás aquí! Piensa cuántos maricones sueñan con estar en tu lugar. Han dado muy buena recomendación de ti y es verdad.
Me dejó allí, me quedé dormido hasta que amaneció, me sentía bastante mal, porque quería irme, salir pero me era imposible. Cuando escuché voces al otro lado de la puerta pedí que me dejaran ir al baño, la puerta se abrió, frente a mí estaba un tipo que no conocía, alto y delgado, con un bigote canoso bien cortado y casi calvo. Era la primera vez que me mostraba la cara porque hasta ese momento no le había visto la cara a nadie. Me dio unos golpecitos por la cara y cogiéndome por la nuca me llevó ...
... al baño, cerró el baño y se quedó delante de mí. Yo me senté en la taza, él sacó un cigarro y se puso a fumar.
- ¿Te ha gustado la fiesta de anoche?
- Sí, pero yo tengo cosas qué hacer...
- Sí... – sonrió - Claro que tienes que hacer muchas cosas, pero la principal es estar en forma para la fiestecita de hoy..., ya a eso de la una nos empezamos a reunir. Ahora vamos a desayunar y a descansar.
Yo no respondí, negarme hubiera sido una provocación.
- ¿Sabes? Hemos tenido aquí a muchos, pero tan maricón como tú no. Eres como me han dicho, un buen culo para singar hasta el cansancio. Vas a salir de aquí enviciado y vas a volver, vas a volver para ser el plato de nuestras fiestecitas.
- ¿Quién les ha hablado de mí? – traté de sacarle información, aunque ya me imaginaba que alguien lo había organizado todo.
- Piensa, piensa ... – me dijo.
Después salió dejándome allí, al rato salí, en el comedor me esperaba el desayuno, café, pan con guayaba. Desayuné en silencio, enfrente estaba él, sentado y mirando. Al rato entró el otro, era el amigo o pareja, un tipazo fuerte, mulato, me saludó como si nos conociéramos y seguro que era así, sólo que no podía afirmarlo porque no vi quienes me cogían el culo por turno. Me volví a mi habitación en espera de que pasara algo, al parecer tenía que esperar a los demás que se reunirían de nuevo para la orgía. Ni recuerdo qué tiempo pasó, me dormí hasta que al entrar el mulato me desperté.
- ¡Vamos, nene, que ya han llegado! - ...