El rapto (capítulo ocho)
Fecha: 13/07/2025,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... me dijo dando unas nalgadas.- Ahora no seremos tantos, somos cinco pingas y tu culo.
Era de esperar, salí y estaban allí los otros cuatro, el que ya conocía y tres más, un negro gordo que ya estaba desnudo con la pinga gorda y tiesa, y los otros dos blancos uno bien fornido que tenía solo el calzoncillo y otro delgado, ya desnudo, y con tremenda tranca, bebían cerveza, algunos fumaban. Me recibieron entre risas y miradas lascivas. La diferencia era que yo no tenía la venda en los ojos, los veía aunque no sabía ni supe cómo se llamaban, excepto al dueño de la casa que cuando me fui me dijo que se llamaba Gonzalo y me dio el teléfono. Me dieron a probar cerveza, pero el mulato empezó a mojar su pinga en cerveza para que yo se la mamara, mientras Gonzalo se encargó de abrirse paso en mi ojete, estuvo singando un rato pero sin venirse, le dio paso al negro de la pinga gorda. Me arrancó un quejido cuando me penetró.
- ¡Coño ahora si la sintió!
Con lo gorda que la tenía, pues la sentí al principio. El muy cabrón se dio gusto singando y se demoró, comprendí que quería venirse en mi culo, cosa que hizo. Después pasé de un rabo a otro, hasta que el delgado de buena tranca me llevó al baño, a la ducha y cuando me metió la pinga me dijo;
- Te voy a hacer algo que nadie seguro te ha hecho...
Yo sin entender, algunos entraron en el baño para ver lo que hacíamos. Tenía buena tranca y sabía cómo moverse para darme placer. Al rato me dijo:
- Ahora tengo ganas de mear y me ...
... voy a mear dentro de culo mientras te singo, maricón.
Pensé que era una jodedera hasta que sentí que el líquido caliente me llenaba y se me escapaba por entre las piernas porque me singaba a la vez, al principio fue algo raro, que antes no había hecho, pero al rato empecé a disfrutar aquella nueva sensación de tener el recto lleno de orina a la vez que me singaban. Cuando se vino y sacó su pinga, sentí que soltaba un chorro caliente de mi culo, me dio más placer aquello.
- ¡Aguanta ahora y suelta poco a poco para hacerte la paja!
Yo con las manos en la pared, las piernas abiertas, él meneando mi pinga y la orina con su semen saliendo. Me vine en nada, exploté y dejé salir todo aquel torrente.
- ¡Qué tipo, es el único que mea con la pinga parada! - dijo alguien de ellos.
Todos se fueron, él se quedó, se lavó y me dijo que me lavara, antes de irse, me besó.
- ¡Tienes buen culo!
Me duché, limpié y salí, Gonzalo me indicó que me subiera a la cama, me acosté boca abajo con mis nalgas al aire y las piernas abiertas en espera del primero. Sentí que alguien subía a la cama y sentí que me lamía el culo, eso me ha gustado siempre, lo hacía con gusto, me comía mi culo peludo, después tirándose a mi lado me dijo que me sentara en su pinga. Así lo hice y fui yo quien empecé a moverme.
- ¡Cojones, sácame la leche, maricón!, ¡qué culo!
Gritaba y lo repetía una y mil veces mientras se agarraba de mis nalgas. Me gustaba esa posición, me sentía más cómodo y más porque ...