Tuve que decir adiós, con la braga todavía empapada por ti
Fecha: 15/07/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... manos acariciaban tu pelo apretándote contra mí, sintiendo tu nariz respirar en mi vagina, temblaba de placer y te eche de menos cuando empezaste a gatear sobre mi cuerpo hasta darme a probar mis fluidos con un beso profundo, un beso que me hizo olvidarlo todo hasta que me hiciste gritar, hasta que mi cuerpo se arqueó tanto que mi espalda se separó de la cama, tu pene había encontrado con facilidad la raja húmeda y caliente entrada de mi vagina y sin que lo pretenderlo se había metido tanto dentro de mí que me estabas llenando entera con tu polla.
Quieto, sin apenas moverte estabas haciendo que me deshiciera, sentía tu polla dentro de mí sin moverse, pero tan dentro que no podía ni pensar, solo gemía, solo te abrazaba y rodeaba con mis manos y con mis pies, arañando tu espalda con mis uñas cuando la sentía moverse, cuando la empecé a sentir como se deslizaba fuera de mí y volvía a entrar, como empezabas a penetrarme con suavidad, pero cuando la tenías muy dentro de mí empujas con fuerza y me haces gritar, el bombeo ya no paro, me estabas follando tan al fondo que mis gemidos y gritos envolvieron todo mi cuarto cuando empezaba a ver como el sol se empezaba a ocultar… lo había absorbido todo, toda su luz estaba en mi cara que irradiaba felicidad.
No podía más, sentía como un orgasmo me iba a hacer explotar y te apartaste, sacaste la polla de mi coño, te pusiste de rodillas abriéndome las piernas poniéndolas en tus hombros, cogiste uno de los cojines de mi cama, me ...
... levantaste la pelvis con tus manos y me pusiste el cojín debajo de mis riñones, me mirabas y jugabas con tu polla en mi coño, sacándola y metiéndola solo un poco, metiéndola entre mis labios que se abren y golpeas mi clítoris, yo te miraba, cerraba los ojos y te volvía a mirar, mi boca ya no se cerraba y mis gemidos iban en aumento y una vez más, un grito de placer atravesó puertas y ventanas, mis ojos se abrieron a la vez que mi grito despertaba mis más bajos instintos, con un empujón tu polla me penetraba hasta el fondo, rozando mis paredes vaginales y sacando de mis gritos de placer, un... fóllame, un no pares, un te quiero.
Tus manos acompañaban a mi cuerpo al encuentro con tu polla que me atravesaba entera, tus caderas se movían hacia delante metiéndome tan fuerte y tan profunda que no era capaz ya ni de gritar, sentía como las fuerzas me abandonan, como mis piernas empezaban a temblar, como mi vientre era atacado continuamente por espasmos incontrolados, mi vagina se contrae así como mis manos contra las sábanas que arrancaba de la cama con mis dedos, mi vagina chorreaba de flujo envolviendo tu polla, en cada penetración la cabecera de la cama golpeaba contra la pared, el sonido acuoso de tu polla al follarme acompañaba a nuestros gemidos, los tuyos como gruñidos con cada empujón, los míos cada penetración. Mi cuerpo empezaba a regalarme uno de los orgasmos más increíbles que jamás había sentido, gemía gritándote que no pararas y no paraste, seguiste bombeando tu polla ...