La taxista
Fecha: 15/07/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Aizpurua, Fuente: CuentoRelatos
... disimularlo:
—¿Está buscando algo? —dio él.
—¿Perdón? —dijo ella nerviosa.
—Veo que me estaba mirando el pantalón…
—Eeehh… ¿pantalón? —dijo ella.
—Es una mancha, ¿verdad? —el hizo a un lado la documentación, para luego mirar a su pantalón, justo en donde ella miraba. —No veo nada…
Ella miró a otro lado, para tratar de desentenderse de la situación. Él se revisaba el pantalón, cuando de repente la miró de nuevo y dijo:
—Aaaahhh… Ya creo que sé lo que estaba mirando.
Ella tragó saliva y miró al frente. Esta vez estaba empezando a ponerse nerviosa. Pasaron unos segundos en silencio y fue cuando el oficial continuó charlando:
—Bien, déjeme continuar revisando la documentación… —dijo regresando al documento.
El oficial continuó revisando los documentos. Ella estaba impacientándose, incluso llegó a olvidar que él estaba viendo el «paquete» al sujeto. Fue cuando el finalmente reaccionó y se dirigió a ella con una voz tranquila y calmada:
—De acuerdo, hay un problema… Me temo que sus documentos están desactualizados.
—¿QUÉ? —Taissa no cabía en su sorpresa. —Eso es imposible, yo tengo actualizado todos mis documentos.
—Sip… Es cierto, pero hay un detalle. Faltó ponerle a este documento la nueva forma legal. Aunque efectivamente este actualizado, sino tiene la nueva forma, se toma como si estuviese desactualizado.
—«¿Nueva forma legal?» —No daba crédito a lo que escuchaba. —Esto es ridículo…
—Incluso, este inconveniente puede llevar a la ...
... confiscación de la unidad. —agregó el oficial impávido.
Ella no dijo nada, solo se limitó a abrir los ojos, con expresión de horror. Eso la metería en graves problemas con su jefe en la estación. El oficial notó su expresión, aunque tampoco ella no fue discreta en lo absoluto:
—Escuche, no pretenderá confiscar mi unidad…
—Bueno, eso dependerá de algo… —dijo el oficial, pero esta vez mostraba una muy sutil expresión de picardía. Ella lo notó e inmediatamente presintió algo mal:
—De qué… —preguntó con duda e incomodidad.
El oficial bajo su libreta y se puso una pose más cómoda. Luego procedió a mirar a los lados, al parecer se aseguraba de que no hubiese nadie rondando por el lugar:
—De acuerdo, no creas que soy un tonto…
—¿Cómo que un tonto?
—¿Crees que no noté que me estabas viendo el «paquete»? —Luego de decir eso, esbozó una sonrisa maliciosa.
Ella tragó saliva, no podía creer que se hubiese dado cuenta de aquello:
—Yo, yo… yo no… —Ella trataba de negarlo, pero la cosa había sido tan directa que se quedó helada. Solo estaba sentada mirando al oficial con la boca entreabierta.
—Vamos al grano, te llama la atención mi «paquete», de acuerdo… Pues, te doy la oportunidad de darle una… «probada».
Ella lo miró detenidamente por un momento, aún estaba tratando de digerir lo que estaba pasando. El oficial estaba parado esperando una respuesta. Ella tragó saliva mientras miraba al oficial con sorpresa, no podía creer que estuviese pasando eso.
Su ...