La taxista
Fecha: 15/07/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Aizpurua, Fuente: CuentoRelatos
... bien conservado, fornido, un poco pasado de peso, llevaba el cabello casi rapé lo que le daba un aire militar; Tenía un rostro con facciones bien delineadas, hasta podría ser bien parecido, si no fuese porque tenía una nariz desproporcionadamente grande; aunado a eso estaba bien afeitado y tenía un bigote bien arreglado.
El oficial la miraba con una expresión, serena, neutra, aunque también atenta y vigilante. Se podía ver que era un profesional, con amplia experiencia en esto. Ella se asomó en la ventanilla y él se irguió al ver que ya tenía su atención:
—Buenas noches, ocurre algo… —dijo ella.
—Buenas noches, licencia por favor…
Ella se mostró con duda, pero fue a la guantera, sacó la documentación y se la mostró al oficial. Ella tenía todo en orden, así que estaba tranquila y confiada. El oficial tomó el documento y comenzó a revisarlo de manera detenida:
—Hmm… Farmiga, eeehhh… ¿Tesa?
—Taissa. —corrigió ella.
El oficial siguió revisando con calma:
—¿Ascendencia Italiana? —preguntó el oficial.
—Ucraniana.
El oficial continúo revisando la credencial. Ella distraídamente bajó la mirada, viendo involuntariamente el físico del oficial. Vio su pulcro uniforme de color negro, también sus pantalones que estaban algo ajustados y fue cuando vio algo inusual. Se trataba de su «paquete»…
Son cosas mías o es «grande»…
En verdad se veía como un bulto grande, probablemente el pantalón estaba muy ajustado. En ese momento reaccionó…
Espera, ...
... ¿Qué haces?... Es el oficial que te detuvo, ¡despierta!...
Se recompuso y se reprendió a sí misma por haberse distraído con eso. Ahora estaba lidiando con un oficial de la ley y no podía distraerse. El oficial siguió revisando la credencial para luego, decir:
—Muy bien, señorita Taissa Farmiga, chofer de taxi, ahora por favor… páseme los papeles del vehículo.
—¿Qué? —Ella no daba crédito a lo que escuchaba. —Pero, no entiendo… ¿cuál es el problema?
—¿Qué fue lo que acabo de decirle? —Le increpó el oficial con suavidad pero firmeza, manteniendo su mirada fría y neutra sobre ella.
—Pe… —iba a responder, pero ante la forma en que era increpaba, cedió. Fue a la guantera buscó el papel y se lo dio.
El oficial serenamente, revisó el documento comparándolo con la credencial. Ella se acomodó mejor en el asiento, tuvo el presentimiento de que iba a estar otro rato…
No puede ser, esto en verdad es ridículo, ¿Qué es lo que tanto busca?... Lo que falta es que me pida la partida de nacimiento…
El oficial continuó revisando, para luego tranquilamente entregarle los documentos. Ella lo miró de forma discreta, pero luego bajó la mirada y vio su «paquete»…
Bueno, se ve abultado… ¿lo tendrá grande?... Recuperó su cordura por un momento… No puedo creer que esté pensando en esto en este preciso instante.
Ella levanto la mirada, cuando notó que el oficial no revisaba la documentación, sino que la miraba detenidamente. Se sobresaltó, tratando infructuosamente de ...