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Una apuesta y un deseo no confesado
Fecha: 15/07/2025, Categorías: Infidelidad Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... cumple… De inmediato torció levemente su cuerpo hacia su derecha, le sonrió y tomándonos de la mano a los dos, levantó su escultural cuerpo y animándonos a todos nos condujo al dormitorio principal. Yo: -al inicio del trayecto- Charly, dos sillas por favor. Rigo, el whisky y las pizzas… Gracias… Pegada a la pared a la derecha de la entrada, estaba la cama King size, vestida con un cobertor de hilo color cenizas y debajo de él, albas sábanas. En cuanto nos acomodamos en el centro de la cama, un metro hacia el respaldo, ella mirando al techo desnuda reclinada sobre mi dorso también desnudo, Juan se ubicó a sus pies. Mantuvo las piernas contraídas y juntas hasta que vio a los chicos (Charly y Rigo), quietos en sus puestos (uno en cada esquina, a los pies de la cama), vaso en mano, a centímetros de nosotros, observando atentos. En ese momento separó sus rodillas, exponiendo su limpio, depilado y húmedo coño y su rosado y no tan virgen ano a las lascivas miradas de todos. Entonces, mientras mis labios exploraban su bica, cara, cuello, hombros, estómago y senos, Juan saboreaba con evidente deleite los fluidos vaginales de Fresia quien prontamente volvió a gozar. Prueba de ello es que al poco, mi ardiente pelirroja, en medio de roncos jadeos, nuevamente arqueaba su espalda en señal no solo que estaba gozándolo, sino que el orgasmo (otra vez) estaba a la vuelta de la esquina. Los jadeos dieron paso a una silenciosa mueca. Acompañó a la boca abierta en un mudo ...
... quejido, una serie de temblores que sacudieron todos los rincones de su lujuriosa carne. El orgasmo fue intenso, dejando a Fresia estirada sobre la ya desordenada cama, las rodillas levantadas, sus pies en el aire, la respiración agitada. Apoyando mis manos en sus hombros por su espalda, le ayudé a sentarse y luego a quedar apoyada en manos y rodillas (a lo perrito o en 4), mirando a Juan que rápidamente se desvestía. En el momento que vi su culito parado frente a mí, no lo dudé ni un segundo. Con la verga llevé sus propios fluidos emanados profusamente por su bello y delicioso coño hasta el ano con pinceladas largas y constantes. Al cabo de unas cuantas más de 6, cuando llegaba a la entrada de su culito con mi húmedo cargamento, comencé a ejercer presión para entrar. Primero fue leve. Luego, la fui aumentando hasta que en una de esas el ano cedió. De ahí en adelante fue todo más fácil, pues ya teníamos harta práctica en el asunto. Los dos primeros minutos el mete y saca fue casi como hacer el amor. Y digo casi, porque mientras yo, tiernamente me afanaba en su rosado culo, Juan no se quedaba para nada atrás. En efecto, en los instantes en que Fresia era estimulada por mí, el chico le acercó su verga a la boca y Fresia, sin dudarlo, la recibió, comiéndosela casi entera. En menos de un par de segundos y por primera vez, Fresia, era follada por dos vergas al mismo tiempo. Una penetraba en su culo y la otra, con igual vehemencia, por la boca en perfecta sincronía. Así ...