1. El nuevo curso (II)


    Fecha: 19/07/2025, Categorías: Gays Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos

    ... nuca, donde dio un par de mordiscos suaves antes de besarle el cuello. Enrique se relajó sonriendo y más cuando notó el gran pene de su pareja frotándose entre sus nalgas. Arqueando todo cuanto podía la espalda separó más las piernas y le facilitó el frotarse a su antojo.
    
    Damián sonrió al ver lo dispuesto que estaba y al contrario que la noche anterior no dudó en introducirse en su ano. Con cuidado presionó el glande contra la entrada y de un empujón lo metió entero en el estrecho conducto, alcanzando rápidamente el recto que se relajó para permitirle el avance. Atento a los gemidos de Enrique se detuvo para permitir que se acostumbrase a su tamaño mientras le acariciaba la espalda con los labios y la lengua. Él mismo estaba jadeando y tenía que hacer un gran esfuerzo por controlarse y no moverse. Las cálidas paredes del recto de Enrique se relajaron por completo y pudo empujar sin miedo, entrando en toda su inmensa longitud.
    
    Soltó las muñecas de su amigo que se afianzó mejor a la encimera, girando la cabeza para poder mirarle por encima del hombro sin dejar de gemir. Le devolvió la sonrisa y con el pulgar le acarició el ano, ahora liso y sin los pequeños pliegues que tenía en reposo. Empezó a moverse, bombeando dentro y fuera con velocidad creciente, sin descanso, inclinándose para dejar descansar su cuerpo sobre el de Enrique quien aprovechó a besarle, mordisqueando sus labios para impedir que se separase. Los ruidos húmedos que producía al entrar y salir se sumaron ...
    ... al entrechocar de los cuerpos y a los gemidos que ambos dejaban salir. Al ver que Enrique intentaba llevar la mano a su pene para continuar masturbándose Damián le detuvo. Retuvo sus brazos doblándoles a la espalda e inmovilizándoles con el peso de su cuerpo para poder tener las manos libres.
    
    –Por favor, cariño, tócame –suplicó Enrique en cuanto comprendió que no le dejaría hacerlo a él.
    
    –Claro que sí, pero por lo bien que lo has pedido.
    
    Agarró el pene de Enrique, notando como palpitaba en su mano. Recogió el líquido preseminal que goteaba y usándolo como lubricante recorrió toda su longitud. Frotó y masajeó el frenillo sin darle tregua, mientras seguía penetrándole con todas sus fuerzas, impulsándole contra la encimera. Tiró de su pene hacia abajo, lo apretó, aflojó la mano y la volvió a tensar en un intento por llevarle al límite. Enrique jadeaba y gemía cada vez más deprisa, sin poderse contener y notando en su mano el vientre musculado de Damián cada vez que este le penetraba. Cuando ya creía que no aguantaría más Damián le soltó y salió de su interior mientras gemía frustrado.
    
    Antes de que Enrique pudiese preguntar qué pasaba Damián cayó de rodillas delante de él. Le hizo girar sosteniéndole de las caderas y en cuanto quedó frente a él volvió a lamer su pene. Manteniendo la boca abierta masturbó al joven mientras le miraba fijamente a los ojos y se tocaba él también. Incapaz de contenerse por más tiempo Enrique alcanzó el orgasmo con un potente grito, soltando ...
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