1. Lupe


    Fecha: 20/07/2025, Categorías: Confesiones Autor: JC 70, Fuente: CuentoRelatos

    ... culo. Me aparté de ahí para que no me descubrieran.
    
    Pasaron algunas semanas de este evento, el señor empezó a salir a trabajar; para hacerlo yo tenía que mover mi carro, para que él pudiera sacar el suyo del garaje, su esposa siempre le ayudaba a abrir y cerrar el portón, se me olvidó comentarles el nombre de esta señora, se llama Lupe.
    
    Pues bien todas las mañanas, Lupe subía a tocar a mi departamento, a eso de las 5 am, para que moviera mi carro y que su esposo, pudiera sacar el suyo, yo bajaba en shorts, que es como duermo, bajaba, saludaba al vecino, hacíamos el movimiento de los carros y le ayudaba a Lupe a cerrar el portón, me quedaba algunos minutos platicando con ella; al paso de los días, con la misma rutina, me di cuenta que ella siempre salía con una chamarra larga, que le llegaba a media pierna, esa ocasión, puse más atención, me di cuenta que siempre tenía agarrada la chamarra, ya que no le servía el cierre, me sentí un poco excitado, imaginando que ella no traía nada abajo, decidí lanzar toda la carne al asador, como decimos en México, en la plática, le comenté que con el frío que hacía esa mañana, todo se encogía.
    
    Lupe me contestó, -no todo vecino- y bajo su mirada a mi verga que estaba semi parada, le dije que lo que provoca la imaginación, me preguntó porqué, le contesté que uno imagina cosas bastante locas, ella me preguntó qué cosas, le contesté con pregunta: -si le digo se va a enojar y me va a acusar con su marido-, ella contesto que si tan ...
    ... atrevida era mi imaginación, acto seguido, le pregunté que si adivinaba me dejaría comprobarlo, ella solo me regaló una sonrisa coqueta y de invitación a hacerlo, le pregunté que si debajo de su chamarra no traía nada, ella por respuesta, solo se acercó a mi, puso su estómago en mi verga, se empezó a restregar; que más invitación había para empezar un cachondeo, cabe mencionar que el garaje tiene unos focos para controlar la luz, los cuales apagábamos, cuando, ya nos metíamos a nuestros respectivos departamentos, en esta ocasión, ya los habíamos apagado.
    
    La tomé de la cintura, le restregué todavía más mi verga, que ya estaba a todo lo que daba, mis 15 cm, estaban como piedra, ella no me rechazó, me abrazó del cuello, dejó que yo hiciera con ella, lo que quisiera, no cabía duda que estaba excitada, con el abrazo que me dio, soltó la chamarra, pude ver qué se la agarraba porque no servía el cierre, comprobé que efectivamente no traía nada abajo, iba totalmente desnuda, nos besamos, mis manos entraron en esa chamarra abierta, tocaba sus tetas que si eran grandes y suaves, su estómago era también algo grande, sus nalgas eran también suaves y tersas, su panocha tenía, cómo ya había visto el vello púbico sin recortar, pero no estaba muy grande.
    
    Me abrí paso entre ese vello, para tocar su clítoris, ella dio un suspiro, ya me agarraba la verga por encima del short, me decía que la tenía muy dura, le metí poco a poco mi dedo medio en la panocha, ella ya gemía del placer que le estaba ...