1. Te entregaste, gozaste y seguiste. Así te fue


    Fecha: 24/07/2025, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... envión hasta el fondo; cinco o seis movimientos fueron suficientes para el común y explosivo orgasmo.
    
    - “Qué fue eso?”
    
    - “Dejé salir el indio que llevo adentro”.
    
    - “Realmente me siento plena cuando el amor cubre como una capa todo lo que hacemos con el cuerpo, pero de vez en cuando, soltalo al indio”.
    
    A partir de ese evento, con muy suaves balanceos de las cargas seguimos una hermosa y pasional convivencia.
    
    Juan llegó como superior inmediato mío unos seis meses atrás, hombre de estatura promedio, buenmozo, soltero y extrovertido, un poco menor que yo que, a mis casi cuarenta, era el más joven de la oficina. Él fue de la sana iniciativa de reunirnos con esposas, novias o parejas por lo menos una vez al mes, para ahondar la mera relación laboral y favorecer el espíritu de cuerpo del grupo.
    
    Los lugares de reunión se elegían en función de ganas, sea en casas de familia, restaurantes, discotecas y algún otro. Tiempo atrás fue cena en casa, seis matrimonios y el jefe solterón; mi mujer les hizo conocer las dependencias hogareñas y, cuando estábamos en el dormitorio me pareció ver que Juan, señalando la cama, le pasó las manos por las nalgas a Leonor. La alarma saltó con tono agudo pero nada hice, pues una visión fugaz, que no se repitió, era causa insuficiente para acomodar las cargas. De todos modos cuando se fueron los invitados hablé con ella.
    
    - “Te he visto muy cercana a mi jefe, te sugiero tener cuidado pues en cuestión de faldas es un experto ...
    ... conquistador, y no sería raro que intente algo con vos, pero no es lo único, ha demostrado ser un malparido”.
    
    - “No estarás exagerando algún rumor?”
    
    - “Lamentablemente es verdad; él y la señora de Oscar son amantes, y la relación es conocida por todos en la oficina pues Juan se ha encargado de difundir el asunto como si fuera un logro extraordinario para añadir a su historial. No le importa ninguno de los miembros del matrimonio, dando a pensar que lo único valioso a sus ojos es el propio placer y una cierta satisfacción en el ego rebajando al subordinado”.
    
    - “Y el engañado qué hace?”
    
    - “Sufrir en silencio. Cumple dos penas siendo inocente; no tiene la culpa de tener una mujer algo ligera que no supo negarse a los avances del galán; tampoco es culpable de que su sueldo sea el único ingreso de la familia que tiene dos adolescentes empezando la secundaria”.
    
    - “Juan no parece ser así”.
    
    - “Sin duda, sabe presentarse bien, pero un tipo que denota placer provocando dolor en alguien sin culpa no puede ser buena persona. Es como si odiara a uno que es bueno, por el solo hecho de ser bueno”.
    
    Evidentemente mi sugerencia de precaución cayó en saco roto; en las reuniones siguientes la cercanía aumentó y, cuando tomé conciencia, ya era tarde para darle una solución capaz de borrar heridas tan profundas que, para cicatrizar tardan muchísimo, tiempo que difícilmente alguien aguanta.
    
    Ahora los que cuchicheaban lo hacían mirándome, y el viajero frecuente era yo; evidentemente no ...
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