1. La mamá de Joaquín, Cap 5


    Fecha: 25/07/2025, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... Dr. Mariano. Él estaba reunido con unos clientes en Capital, así que no se presentaría en toda la tarde.
    
    Los doctores Ceballes y Aristimuño estaban en el estudio. El Dr. Aristimuño encerrado en su oficina con un cliente desde hacía media hora. Yo iba de acá para allá sacando fotocopias, y haciendo llamadas telefónicas.
    
    —Andrea ¿Puede venir a mi oficina por favor? —Escuché decir a la voz empalagosa del Dr. Ceballes.
    
    Fui, sin mucho humor, a ver al viejo. No sólo tenía la mala costumbre de mirarme el culo cada vez que podía, también aprovechaba de usarme como secretaria, aunque sabía que yo trabajaba exclusivamente bajo las órdenes del Dr. Mariano.
    
    —Hoy está deslumbrante. — me dijo.
    
    Yo me había prometido no regalarle ninguna sonrisa cuando me decía esas tonterías, porque el imbécil podía llegar a tomarlo como que yo tenía onda con él. Me quedé seria, y no dije absolutamente nada. Sin embargo, su sonrisa de baboso no desapareció.
    
    —Me haría el favor de confeccionarme una cédula para el caso Basualdo por favor.
    
    —Sí, claro. —Contesté, a regañadientes.
    
    —Venga, hágala acá. —me dijo, señalando su silla.
    
    Se puso de pie. Rodeé el escritorio y me acomodé en la silla. Sentí su perfume, el cual usaba en abundancia. Tecleé lo más rápido que pude, quería salir de ahí adentro cuanto antes.
    
    —Andrea, creo que la noto un poco estresada últimamente ¿Tiene algún problema familiar?
    
    Pensé en mandarlo a la mierda, pero me mordí la lengua.
    
    —Como todo el mundo. —le ...
    ... contesté.
    
    Sus manos se posaron en mis hombros. Empezó a hacerme un masaje sin que yo se lo pidiera. Me puse aún más tensa. El doctor Ceballes exhalaba como si el que sintiese el placer con esos masajes fuese él mismo.
    
    —Sabe Andrea, voy a necesitar una asistente para el estudio nuevo que estoy armando, y pensé en usted.
    
    —¿Se va? — le pregunté, con disimulada alegría.
    
    —No no, de ninguna manera. Mi sociedad con el Dr. Mariano es muy sólida. Pero voy a tomar casos penales, y como mi colega no gusta de trabajar en ese rubro, los casos que tome irán a ese nuevo estudio. —Explicó, sin dejar de tocarme. —Yo le podría asegurar trabajo a tiempo completo, y el doble de sueldo. ¿Qué le parece?
    
    —Me parece interesante. —contesté.
    
    El doctor Ceballes exhaló por la nariz, más fuerte que antes. Sus manos se deslizaron por la blusa, y llegaron hasta mis senos.
    
    —Estoy seguro de que va a ser una excelente secretaria. —dijo, masajeando mis tetas.
    
    Me apoyé contra el respaldo. El viejo sabía tocar, eso tengo que reconocerlo, mi cuerpo enseguida empezó a encenderse.
    
    Después de deleitarse un rato con mis tetas, dejó de masajearme y apoyó su pelvis sobre mi brazo. Su insignificante verga se estaba endureciendo.
    
    —¿Esta es su fantasía Dr. Ceballes? —Pregunté, mirándolo a los ojos. —¿Qué la secretaria se la chupe en la oficina?
    
    El doctor Ceballes se desabrochó el cinto y se bajó el cierre del pantalón. Con un movimiento de su mano sacó su instrumento afuera. Su pantalón cayó ...
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