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Recuerdo de la fogosa Sra. Norma: Te la voy a ordeñar
Fecha: 29/07/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... ningún indicativo o sugerencia sexual. Ella se levantó y me tomó de la mano y me invitó a conocer su casa. No era una casa muy grande, pero sí se miraba muy bien decorada y estaba en una zona de alto nivel en los suburbios de Los Ángeles. Cuando salimos al patio que era encerrado de cristales polarizados, pude ver una yacusi a un lado, una especie de sala y cantina al otro y tenía hasta una hamaca colgando. Ella me sonrió con esa sonrisa perfecta que tenía y me dijo: - Aquí quiero que me hagas tu puta y que me folles como te lo hayas imaginado. ¿Se te antojo Tony? - Por supuesto. -le contesté. - ¡Me gusta el timbre de tu voz! Tienes ese vibrar del seductor. - ¿Puedo darme una ligera ducha? -le pregunté. - Por supuesto, pero después de que te coma todo… sabes, me gusta el olor de tu piel sudada… quiero probarte así. -me dijo. Sin perder mucho más el tiempo me tomó de la mano y ella se sentó en el sofá mientras me desabotonaba el pantalón y me desprendía del cinto. Bajó el cierre y mi verga crecía al saber lo que se venía. No le escuché muy bien y creo que dijo algo así: ¡Que linda verga tienes niño! – Sin mucho protocolo se dedicó a besar mi glande tiernamente y con los minutos me desesperaba, pues yo quería que se la metiera y mamara. Me sobaba los testículos y me arañaba las nalgas. Me quité la camisa y estaba viendo como esta mujer madura se daba gusto y me daba gusto mamando mi falo. Ella solo me preguntaba constantemente: ¿Te gusta? Comenzó a ...
... tragarse mi verga y sentía como le llegaba al esófago y sus ojos se pusieron rojizos. El piso que era de madera se comenzó a salpicar de su saliva y mi líquido seminal y luego ella comenzó a decirme: -Quiero que te corras en mi boca, quiero sentir que me llenas la boca con tu corrida… dámela muñequito, quiero saborear tu lechita. Hasta el momento era ella quien me la mamaba, pero una vez ella comenzó a hablarme de tal manera, que comencé a literalmente a follarle la boca. Ella solo decía cuando se la sacaba por unos segundos: - Así, así Tony… córrete muñequito. – Le di un embate violento y sentía como mis bolas pegaban en su quijada y se lo dejé ir que hasta se atorzonó. Literalmente se la tragó y siguió mamándome la verga al ver mis gestos y escuchar mis gemidos de placer y me arañaba las nalgas. Ella solo se levantó a alcanzar una toalla que estaba colgada cerca del yacusi, la remojó y se limpió su rostro para luego limpiar con la misma mi verga. Me preguntaba: - ¿Te gustó muñequito? Se me acercó y comencé a desabotonar su camisa y remover su sostén. A eso iba cuando ella me interrumpió para extender el sofá, pues este se volvía una cama. Puso otra toalla sobre el colchón y continué la faena de desvestirla. Sus pechos estaban reconstruidos y se miraban sólidos y apetecibles. Al bajar su falda me encontré un cuerpo que, si bien se miraba grueso al principio, tenía sus curvilíneas y un abdomen sino del todo plano, pero estéticamente apetecible. Vestía un pequeño bikini de color ...