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Recuerdo de la fogosa Sra. Norma: Te la voy a ordeñar
Fecha: 29/07/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... y me pidió que tocara su clítoris. Ella comenzó a mover su pelvis de forma lenta y podía ver mi verga aparecer y luego desaparecer en su apretado culo. El movimiento lento me permitía masajear su clítoris el cual se sentía hinchado. Mis testículos estaban húmedos de toda la lubricación que producíamos. Ella me pidió que se lo frotara más fuerte y seguía con ese vaivén semi lento. De repente aceleró el movimiento de sus caderas y yo seguía sobándole su hinchado y palpitante clítoris. Ella comenzó a decirme: ¡Me vengo, me vengo, me vengo… Por Dios, me vas a hacer acabar. – La Sra. Norma solo gritaba y gemía y ahora era ella quien se masturba y yo ahora podía enviarle un embate. Explotó diciendo: Córrete conmigo, me vengo… échamelo en el culito cariño… lléname el culito. -Aquella cantaleta me excitó tanto que segundos después de su corrida le dejé ir mi segunda descarga. De nuevo pasamos al baño a ducharnos y pude ver ese ojete rojizo y blancuzco de mi corrida. Me enjabonó, me roció la verga con agua tibia y volvió con una felación a una verga semi flácida. Esta vez mientras me la mamaba en el baño comenzó a hacerme masajes en el ojete que rápidamente mi verga volvió a tomar grosor. Ella solo exclamó: ¡Juventud, divino tesoro… que potencia tienes! – La verdad que uno a esta edad se repone de una manera increíblemente rápida. Recuerdo esos días de mi juventud que me llevaba a chicas al motel y salíamos exhaustos de tanto coger que una vez creo que me fui hasta diez veces. Los ...
... huevos ardían a ese punto. Esta mujer me dijo que me la iba a ordeñar al verla de nuevo erecta y salimos de nuevo al sofá cama. Me pidió que me pusiera en cuatro sobre la cama sin mucho protocolo y luego de acceder, ella se fue directo por sobre mi a chuparme el orto. En sus manos llevaba aceite para bebé y comenzó a pajearme la verga mientras me seguía chupando el culo. Aquello era alucinante, fascinante que en cualquier momento me correría. Me chupaba las nalgas, me recorría su lengua entre ellas hasta chupar mis huevos y seguía pajeandome la verga. Ella volvía con su misma pregunta: ¿Te gusta? – No creo que haya pasado ni diez minutos cuando sentí ese cosquilleo por mis hombros y recorrer mi cintura y de repente llegó a mis huevos empujado una buena descarga. La Sra. Norma se sonreía y me hizo que me volteara para luego continuar con una rica felación y mis testículos solo vibraban. Ese día lo hicimos dos veces más, donde la Sra. Norma me montó y le saqué dos corrida de frente y luego a la inversa y nuevamente hicimos un anal, solo que esta vez la puse en cuatro a la orilla de la cama y luego ella se sostenía de la orilla de la yacusi mientras estaba parada. Fue un día de buen sexo, de un sexo de memorias agradables y el cual repetimos en dos ocasiones más, donde cierto día jugamos con juguetes sexuales y la Sra. Norma me permitió hundirle esas bolas chinas y con ellas adentro le he dado una cogida que aullaba de tanto placer. Hoy recuerdo esa cogida con esa bella ...