1. El nuevo curso (VI)


    Fecha: 30/07/2025, Categorías: Gays Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos

    ... y rodillas para no cargarle con él. Desde sus labios se movió a su oreja, apretando el suave cartílago entre sus dientes para después recorrerle con la lengua. Mauro coló una mano entre ambos y orientó su largo pene hacia el ano de Raúl, que se abrazó a él gimiendo entrecortadamente.
    
    Con los luminosos ojos del chico clavados en los suyos Mauro empujó por fin, dejando que su glande se abriese paso dentro del ano del joven que se tensó instintivamente, soltando un siseo entre dientes y arañándole la espalda sin querer. El hombre se detuvo al instante, besándole el cuello y el pecho para tranquilizarle. Pegando sus labios a los suyos le dejó relajarse, empujando lentamente para no causarle ningún daño. Sus lenguas se enredaban y se movían dentro de sus bocas, casi cortando su respiración debido a la intensidad del beso que compartían, pero las uñas clavadas en la piel de su espalda eran más que reveladoras, indicándole mediante la presión cuándo debía parar y cuando podía avanzar.
    
    Tras un nuevo descanso terminó por introducirse por completo, con exquisita lentitud. Raúl se tensó nuevamente sólo para relajarse pasados escasos segundos. Tanteando el terreno Mauro movió las caderas, encontrando escasa resistencia a sus avances y escuchando el gemido ahogado del chico. Animado por el resultado volvió a moverse. Su pene no encontraba dificultades en entrar y salir del estrecho conducto del joven que ahora gemía y movía las caderas ligeramente, intentando acompasarse al ...
    ... ritmo del profesor quien empezaba a acelerar poco a poco. Sus grandes manos aferraron la nuca de Raúl y le atrajeron más contra sí, mientras las piernas del chico le rodeaban en un firme apretón.
    
    Sus cuerpos quedaron completamente pegados, el pecho velludo de Mauro a milímetros del de Raúl, la separación suficiente como para no poner su peso sobre él directamente. A pesar de eso, las caderas del hombre se mecían en un vaivén cada vez más veloz, penetrando una y otra vez a Raúl. Los gemidos del chico aumentaron en intensidad, creciendo y ahogando el golpeteo de los cuerpos al entrechocar una y otra vez. Mauro jadeaba, con el pelo cayéndole sobre los ojos empapado en sudor. Retirando una de las manos de la nuca del joven aferró de nuevo su pene, masturbándole con fuerza arriba y abajo mientras movía su pelvis todo lo deprisa que podía, impulsándose dentro de Raúl una y otra vez.
    
    Los ojos del joven parecieron agrandarse y engullir todo su rostro cuando alcanzó el orgasmo. Su boca se abrió en un círculo perfecto y por un momento ningún sonido escapó de ella, falto incluso de respiración. Con el segundo disparo de semen sobre su vientre pecoso el aire entró de golpe en sus pulmones y un largo gemido, casi un grito, se escapó de entre sus labios mientras sus uñas dejaban finos arañazos en la espalda de Mauro, que siseó y le mordió el hombro moteado mientras su cadera se impulsaba con fuerza hacia delante, clavando al joven en la cama. Con un último espasmo alcanzó el orgasmo, ...