1. Fantasía de tres tríos (tercer trío)


    Fecha: 31/07/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Vaquita, Fuente: CuentoRelatos

    Ya habían pasado varios meses de que Rosalía y yo nos tiramos a mi marido. Sin nada que lo relacionara, al terminar de comer, Miguel me dijo que iría a ver a Rosalía, su hermana, pues ya hacía dos semanas que no la visitaba. Es decir, era claro que tenía que atenderla. Yo sólo hice un mohín de resignación.
    
    –No te enojes, volveré temprano… –me dijo abrazándome por atrás y sus manos pasearon sobre mis tetas– Quiero cogerte y al mismo tiempo mamarte esto –completó apretándome los pezones.
    
    –Ojalá que también te alcance el amor para darme un bibi de leche –contesté poniéndome seria–. Lo malo es que yo sólo tengo un usuario a quien atender… –expresé pasando mis manos hacia atrás y le apreté el pene sobre el pantalón, que ya lo tenía duro con el franeleo que me daba.
    
    –Es mi hermanita, además, la fortuna de ella será para nuestra hija pues somos su única familia –dijo en plan conciliador.
    
    –¿Lo haces por el dinero? Pensé que, al menos, te gustaba coger con ella –dije en tono de reclamo.
    
    –No, yo también la amo, desde aquellas pajas que me hacía al espiarla bañándose, o vistiéndose. También te amo a ti y agradezco tu comprensión –concluyó y se preparó a partir.
    
    –¡Cómo me gustaría tener otro palo para usar!, aunque yo no lo amara… –dije alejándome de su alcance.
    
    –¿Quieres que le diga a mi amigo Roberto que venga a atenderte? –preguntó refiriéndose a su amigo con quien hicimos el primer trío.
    
    –No es necesario, creo que yo puedo seducir a alguien para que te dé ...
    ... apoyo conmigo…
    
    Se regresó, me dio un rico beso, mientras me sacó una chiche. Al ponerse a mamar me metió los dedos en la panocha, la cual se humedeció de inmediato. “Te entiendo, mi amor. Te prometo que en la noche hablaremos de ello, en tanto, piensa con quién te gustaría que te compartiera”, dijo al dejarme temblando de ganas. Al irse, me sentí falsa e hipócrita después de que me acarició de esa manera. ¡Claro que yo tengo con quien coger!, pensé y no se lo he contado porque… ¿para qué?
    
    Miguel regresó después de medianoche. Yo estaba acostada, desnuda y fingiendo que dormía. Lo escuché llegar, entrar a la alcoba, desvestirse completamente antes de ponerse a mamarme para dormir como él acostumbra.
    
    –¿Me vas a dar mi biberón? Yo también quiero chupar y saborear la lechita –imploré
    
    Miguel se puso de rodillas para poner su verga al alcance de mi boca. De inmediato me calentó el olor a sexo consumado y mamé el pene con sabor a semen y jugos. Chupé y chupé, le acaricié las bolas, le jalé el escroto durante mucho tiempo y sólo se le paró un poco. Quizá, si usara Viagra, nos podía atender a ambas… Miguel se dio cuenta que no lograba hacerlo venir, aunque ya estaba crecido el miembro.
    
    –¡Pinche Rosy, es muy puta!, me dejó seco –decía entre jadeos por los orgasmos que sentía con mis mamadas.
    
    –La próxima vez que vayas con ella, pasa antes a mi cama… –le dije después de soltarlo–. Vamos a dormir.
    
    Al amanecer del día siguiente, sentí en mis labios su falo durísimo. ...
«1234...8»