1. Mi fantasía médica hecha realidad (real)


    Fecha: 01/08/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: franmm, Fuente: CuentoRelatos

    ... desnudo, mientras instintivamente tapaba mis genitales con las dos manos. Me acompañó hasta la camilla de ginecólogo y la señaló para que me subiera. Me senté en el borde, sin saber muy bien cómo debía tumbarme. Ella me empujó en el pecho para que tumbara mi espalda.
    
    - Tranquilo Fran, sube aquí las piernas.
    
    Me sujetó una y la subió al estribo, luego la otra. Yo seguía tapando con mis manos mis testículos, cosa que sabía que iba a durar poco tiempo… La doctora ajustó los soportes de las piernas a mi altura y después de esto me ató a ellos por los tobillos. Mis piernas quedaban inmóviles.
    
    Después, cogió mis manos por las muñecas, dejando al descubierto mis genitales depilados para la ocasión, y las ató también a unos soportes que tenía la camilla en la parte inferior. Estaba paralizado, sabía que ahora sí estaba bajo su completo control, sin poder mover las piernas ni los brazos.
    
    - Muy bien, antes de empezar, necesito que avances tu culo hacia el borde de la camilla.
    
    - Vale. – acerté a decir…
    
    Con el poco margen de movimiento que tenía, avancé mi cuerpo en la camilla hasta que la doctora consideró. Mientras, ella se levantó y fue a por el primer material, me di cuenta de que frente a mí, en la pared, había un gran espejo donde podía ver mi cuerpo desnudo, expuesto y atado. Nunca había tenido una visión similar, y será una imagen que nunca podré borrar…
    
    La doctora acercó un pequeño carrito metálico con una bandeja que desde mi posición no podía observar por ...
    ... más que lo intentara. El hecho de no saber qué me iba a hacer hacía la situación aún más excitante. Primero cogió unos guantes de látex blancos y se los enfundó. Una vez hecho esto, pellizcó mis pezones para ver como reaccionaban y fue bajando por el abdomen hasta llegar a mis testículos. Estuvo examinando un rato mis genitales sin decir nada, mientras mi pene aún no decidía reaccionar, sabiendo que le esperaban momentos de placer, pero también de dolor…
    
    - Muy bien Fran, primero voy a dilatar tu uretra para ver cómo reacciona. Iré probando distintos tamaños de dilatadores hasta llegar a ponerte una sonda que vaciará tu vejiga por completo.
    
    - ¿Es esto necesario doctora? ¿Será doloroso? – Respondí con miedo.
    
    - Será molesto, pero voy a utilizar mucho lubricante. Tranquilo, he hecho esto mil veces. Mira, primero empezaré con esta.
    
    La doctora cogió de la bandeja una varilla metálica, con algo de curva y me la enseñó. Empecé a temblar, ¿cómo iba eso a entrar por mi uretra? La volvió a dejar en la bandeja y buscó entre los aparatos un pequeño envoltorio. La incertidumbre de no saber qué hacía me volvía loco, pero a la vez estaba disfrutando como nunca.
    
    Quitó el envoltorio a una pequeña jeringa, la cual llenó de lubricante. Mientras miraba mi cara de miedo, cogió mi pene con una mano mientras acercaba el lubricante.
    
    - Voy a llenar tu uretra de lubricante.
    
    Abrió el orificio de mi pene e introdujo primero la jeringa y luego el lubricante. Notaba en mi interior cómo ...