Mi fantasía médica hecha realidad (real)
Fecha: 01/08/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: franmm, Fuente: CuentoRelatos
... se llenaba mi uretra con el frío líquido. Repitió la acción un par de veces y volvió a enseñarme el dilatador.
Contuve la respiración. Muy despacio, introdujo la larga varilla en mi uretra. La sensación era muy extraña, no era doloroso, pero sí molesto. Sobre todo, saber que estaba entrando toda la longitud dentro de mi pene. La sacó y volvió a la bandeja donde soltó esa y cogió una más gruesa.
- Vamos a ver con la número 6. Respira hondo…
Aguanté la respiración, agarrando los soportes de la camilla con las manos, mientras introducía toda la longitud del dilatador en mi uretra. Aquí sí sentí dolor porque además entró mucho más honda. Hice un gesto que ella notó y paró.
- Veo que todavía no estás preparado para seguir. Lo dejaremos aquí y la próxima vez continuaremos…
Respiré aliviado, aunque reconozco que la sensación no se puede comparar con algo que hubiera sentido antes. Volví a recuperar la respiración, habían sido unos minutos muy intensos, en los que mi cuerpo no tenía margen para moverse o reaccionar.
La doctora quitó sus guantes y se volvió en busca de un armario que estaba algo separado. Volví a verme en el espejo, mientras no podía mover casi ninguna parte de mi cuerpo. La doctora volvió a los segundos con un bote de suero de un litro que colgó en un soporte de hospital.
- Muy bien, vamos con el enema…
- ¡¿1 litro?! No lo voy a poder aguantar.
- Lo aguantarás. – Me respondió tajante. – Pero antes vamos a comprobar cómo está tu ...
... ano.
Lubricó sus dedos y empezó a masajear la parte externa de mi ano. Aquí las sensaciones eran muy placenteras. Poco a poco fue introduciendo su dedo mientras observaba como yo lo disfrutaba. Mi pene también.
Una vez lubricó mi culo, buscó en otro armario la sonda para conectar el bote de suero con un gotero al soporte elevado. Antes de que me quisiera dar cuenta, había metido en mi ano uno de los extremos de la sonda y había abierto el gotero. Noté como el líquido empezaba a fluir en mi interior.
Pasaron los minutos y el nivel iba bajando lentamente. Poco a poco notaba cómo me llenaba del líquido y cómo aumentaba la sensación de que no aguantaría todo lo que quedaba.
- Doctora, no voy a poder aguantarlo.
- Por supuesto que lo harás… Ya queda menos.
Cada vez me fue costando más, pero aguanté. Notaba mi cuerpo lleno, con gana de vaciarse. Aquí pensé que la doctora me desataría para poder ir al baño y tener un momento de intimidad, pero tampoco fue así… Continué atado y expuesto a sus manos. Preparó una bolsa debajo de mi culo y me obligó a vaciarme allí, con las piernas abiertas.
Aunque la situación no era nada cómoda, no pude aguantarme más y solté todo el líquido que había en mi interior, mientras lo oía caer en la bolsa y me agarraba con fuerza a la base de los estribos para poder soltarlo todo.
Cuando por fin terminé, la doctora lo recogió todo mientras yo seguía inmovilizado en la camilla.
- Perfecto, ahora que estás limpio, vamos a revisar esa ...