Seduciendo a mi roomie (Parte 2)
Fecha: 05/08/2025,
Categorías:
Gays
Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
... verga era diferente a la de Arturo, Roberto, Pedro o Mariano, las cuatro vergas que había probado antes, era gruesa, pero no tan dura, podría decirse que más esponjosa y flexible, el prepucio le daba un toque especial, me excitaba sentir la delicada capa de piel entre mis labios, lo recorría con mi lengua, se metía curiosa entre el glande y el prepucio, explorando y encontrando el frenillo, oculto y con un sabor más intenso, estiraba la delgada piel con mis labios, despacio, jugueteando llegué a soplar y el aire quedó atrapado entre el prepucio y la cabeza, inflándose como un globo, un globo de piel, dio un suspiro y su cuerpo se tensó, estaba gozando con mi mamada y mis juegos, me encantaba disfrutar esa tierna capa de piel.
Por Dios, que rico mamas, nunca me la han mamado así, ufff, se nota que tenías ganas de verga, eres una putita comepollas increíble, la mejor, ayyy, que rico, sigue mamando, me encanta.
Si Pablo, me fascina tu verga, me encanta sentirla en mi boca, me vuelve loco, ¿te gusta? - respondí, aunque era innecesario, era evidente el placer que le estaba dando.
Si, mamas de poca madre, ayyy, que rico me voy a correr, ya no aguanto, ufff.
Regresé a mamar su verga, mi mano acariciaba sus pesados huevos y apretaban el tronco, sin dejar de mamar, Pablo acariciaba mi pelo y bajó a mi espalda, descendiendo hasta que encontró mi bóxer y lo bajó, dejando mis nalgas expuestas, a su alcance, las masajeó y apretó sin resistencia, un dedo recorrió el surco ...
... entre mis nalgas y pronto encontró mi sensible agujerito, al rozarlo, sentí un escalofrío y un suspiro salió de mi boca, mi hoyito se contrajo en acto reflejo, para volverse a relajar, abrí más las piernas en señal de aceptación y arqueé la espalda como una puta, dándole a entender que me había encantado su caricia, llevó sus dedos a su boca y los humedeció para regresar nuevamente a mi ansioso orificio, una ola de calor invadió mi cuerpo, frotaba en forma circular los arrugados pliegues y mi cuerpo me abandonaba, sentía mi culito tan caliente y ansioso, empecé a culear persiguiendo sus dedos, invitándolos a entrar.
Pablo me tomó de la cabeza con la otra mano y empujando mi cabeza empezó a meter y sacar su verga, follándome literalmente la boca, cada vez entrando más profundo, más y más carne entraba en mi boca, hasta que sentí la punta del nabo en mi garganta, me dieron arcadas, me costaba respirar, por lo que a mi pesar, haciendo un esfuerzo tuve que sacarla de mi boca, mis quijadas dolían de tanto tiempo abiertas y exhalé aliviado un poco de aire.
Ufff nenita, casi entra toda, eres una putita fantástica, de película, no puedo creer que sea la primera vez que mamas, tanto tiempo desperdiciado, de haberlo sabido desde hace mucho tiempo me estarías mamando la verga.
Pablo azotó mi cara con su verga, sentir el golpeteo de su mástil de carne, me prendió, era algo que en ocasiones hacía con Adriana y la volvía loca, ahora sabía por qué, sentir el golpeteo incesante me hacía ...