Seduciendo a mi roomie (Parte 2)
Fecha: 05/08/2025,
Categorías:
Gays
Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
... no gritar y pedirle que me enculara en ese instante, siguió jugando con mi culito un largo rato, sin prisas, en ocasiones metía un dedo y después el otro, alternándolos, la forma en que me estaba preparando el culo era increíble, jamás había sentido nada igual, estaba en las nubes, en el paraíso, en otro planeta, pronto descubrí que mi culo iba al encuentro de sus dedos y lo notó:
Pero que puta saliste, te está gustando, mira como meneas el culito, creo que estás lista- dijo al tiempo que sacaba sus dedos y me daba un azote en las nalgas, que más que dolor me excitó mucho.
Acomodó su cuerpo contra el mío en posición de cucharita, la cabeza de su verga recorría el surco entre mis nalgas, buscando colarse entre ellas, me excitaba mucho el roce de los vellos de sus piernas y brazos contra mi piel, me hacían un poco de cosquillas, pero era un cosquilleo muy erótico que provocaba mayor sensibilidad en mi piel, sabía que el momento había llegado, y aunque estaba ansioso, puse algo de resistencia, no quería verme tan entregado, creí que era mejor hacerle pensar que efectivamente me desvirgar, sería más excitante para ambos.
Espera, no, tu verga es muy gruesa, y mi culito demasiado estrecho, no me va a entrar, me vas a lastimar, por favor, soy virgen- le dije, volteando a verlo a la cara, aunque sin hacer esfuerzo por retirarme, dándole a entender que debía ser gentil al penetrarme, creo que dio resultado porque exclamó.
Solo la puntita, anda, si te duele lo saco, solo ...
... la puntita, te meteré sólo la punta de la cabeza, despacito, suave, vamos te va a gustar, vas a ver que después me pedirás que te clave- me decía.
Está bien Pablo, sólo la puntita, si me duele la sacas, no me vayas a lastimar- respondí, mirándolo a la cara, aceptando mi destino, pero me tratara con cuidado por ser mi “desvirgue”
Sus ojos brillaron y me puse en posición, abrazando una almohada y arqueando la espalda, mi culito en pompa, su verga recorriendo el surco entre mis nalgas, dejando una estela viscosa y húmeda, con una mano abrió una de mis nalgas y posicionó la punta de su verga en la entrada de mi hoyito cerradito y palpitante, punteó ligeramente, la sensación era indescriptible, me encantaba sentir la caricia suave y tibia de su ardiente nabo buscando entrar en mi cuevita, siguió presionando suavemente y moría de placer, cerré mis ojos y apreté mis labios para no pedirle que me empalara y me reventara la colita.
¿Sientes mi verga?, ¿te gusta?, relájate, afloja la colita y verás que va a ir entrando poco a poco, te dolerá un poco, pero te va a encantar- dijo mientras continuaba con su verga en mi orificio, presionaba y cuando pensaba que me lo iba a meter continuaba su paso hacia arriba o hacia abajo, cada vez que la posicionaba en mi agujero sentía una oleada de placer atravesar mi cuerpo, pero nada, recorría el surco entre mis nalgas y volvía a puntear y presionar, todo muy suave, mis pliegues se dilataban lentamente, aplicó un poco más de crema y siguió ...