Mi primo me hace gozar una y otra vez
Fecha: 09/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... ni operándome me entra esta pija en el culo. Grite.
Su dedo empezó a entrar despacio, con cuidado.
—Te imaginas, te tengo así, en cuatro, y te la apoyo. Voy empujando lentamente, hasta que te penetro, y ahí, te la entierro con todo. Te tomo firmemente de la cintura, vas a gritar de placer y te voy a dar hasta que pidas por favor que te acabe. Gritando como loca me pedís que te acabe, y te doy el gusto, te lleno toda con mi leche.
—Sos un desgraciado, me estas cocinando la cabeza hijo de puta…
Salió debajo de mí y me puso en cuatro patas. Yo estaba aterrada y totalmente enajenada. Quería que lo haga, pero sabía que me iba a hacer mierda, totalmente destrozado me iba a quedar el culo. Pero el deseo de que cumpla con lo que dijo…
Pude sentir como llevaba su pija lentamente, rozando mis piernas, mi culo. Empecé a sentir la presión en mi orto, mordí las sábanas esperando lo peor, pero el desgraciado me enterró de una y sin aviso su tremenda pija en mi concha. Di un grito tremendo, entre placer, bronca porque no me hacía el orto y algo, muy poco dolor. Y como me había dicho, me tomo firmemente de la cintura, haciendo que mis rodillas queden en el aire y me empezó a coger con todo.
No puedo explicar cuanto placer sentía siendo cogida con tanta excitación, tanto fuego, tantas ganas contenidas. Y tal como dijo, empecé a gritar de placer, como loca, como una yegua siendo cogida por su semental. Estuvo mucho tiempo, en serio que no se cuanto, hasta que sentí que no ...
... soportaba sus embestidas. Ahora sí, con tantas embestidas su pija estaba entrando totalmente en mi concha.
—Por favor acaba, no doy más. Te lo juro. Dije exhausta.
Y embistiendo aún más fuerte por varios minutos, me enterró totalmente su pija y sentí como me inundaba la concha con su leche. Por unos segundos pensé que me iba a desmayar. Se me nublaba mal la vista, me temblaban las piernas, los brazos, todo el cuerpo.
Con suavidad me puso en la cama y como pude me di vuelta, para chuparle la pija y dejarla totalmente limpia mientras se acostaba a mi lado.
—Te asustaste, tenías el orto fruncido. Dijo riendo.
—Boludo, en serio pensé que me lo ibas a romper en mil partes. Pero me cocinaste la cabeza de tal forma, que estaba dispuesta a todo. Y cuando sentí que empujabas…
—Eran mis dedos, mocosa tonta.
—Te odio desgraciado.
Nos besamos con todo. Nos quedamos un rato abrazados y él insistió en acompañarme a la casa de los padres. Nos despedimos con un beso en la puerta. Me acosté recordando cada instante, cada caricia. Por un momento pensé como seguiría nuestra historia. Pero me dormí profundamente. Estaba destrozada.
Cuando desperté, sin mirar la hora me di una ducha, me puse una bikini y salí del dormitorio. En la cocina estaban mis padres, mis tíos y Facundo. Todos sonreían como quien hizo una maldad.
—Hola mocosa, parece que estabas cansada. Son las tres de la tarde. Dijo Facundo.
—Me acosté tarde, baile mucho. Dije odiándolo por dentro.
—Se ...