1. Deseos y reproches


    Fecha: 12/08/2025, Categorías: Intercambios Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos

    ... perfume de la mujer rubia, ayudó a consolidar su erección, ahora más que manifiesta. Tamara subió su mano a través de la pierna de Carlos, posándose en su entrepierna, palpó su estado y se relamió los labios. Entretanto, Ángela estaba ya más que excitada contemplando como la mujer rubia morreaba a su marido y le palpaba la polla a través del pantalón.
    
    Jorge se sentó al lado de Ángela y le pasó su brazo por detrás de la cabeza. Ambos se miraron un instante y sus labios se juntaron en un apasionado y sonoro morreo en el que las lenguas se enroscaban una y otra vez en un intercambio de fluidos. Ángela notó una mano adentrándose en sus dominios y Jorge advirtió como la fina tela del tanga estaba empapada, al notar la presión en su sexo sintió un estremecimiento y automáticamente un dedo se deslizó hacia su interior, por lo que sus ojos se cerraron exhalando un leve gemido. A su vez, su mano buscó la entrepierna de su amante y presionó una dura verga que se adivinaba muy prometedora.
    
    A un metro y medio Carlos disfrutaba de las caricias de su nueva amante hasta que Jorge sugirió subir a una habitación. A Carlos le resultó extraño la naturalidad con la que el hombre contemplaba como su esposa masturbaba a otro tío sin remilgos. Carlos enfundó su polla y aceptó de buen grado la petición, mientras miraba a Ángela con cierto rubor, pero ella le hizo un gesto de aprobación mediante un guiño.
    
    Al entrar, esperó a que entrasen todos y cerró la puerta para evitar el acceso a ...
    ... otras personas que pudiesen estar interesadas en incorporarse. La luz de la habitación era mortecina, pero la estancia disponía de un regulador para intensificar o mitigar el alumbrado en función de las pretensiones de sus usuarios. Jorge reguló la iluminación para ver con un poco más de detalle el escultural cuerpo de Ángela.
    
    La habitación contaba con una enorme cama, un sillón y una mesita auxiliar sobre la que había una caja de preservativos a disposición de los clientes junto a un tubito de lubricante sin usar. De la pared colgaban varias láminas enmarcadas con temáticas de erotismo y Ángela reconoció el buen gusto de la decoración.
    
    Tamara se deshizo de su ropa excepto de las medias y el liguero, y ayudó a Carlos a desprenderse de la suya hasta que lo desnudó por completo entre besos y caricias. Parecía un adolescente dejándose hacer ante una mujer experimentada, y en cierto modo, así era. Tumbado en la cama notó como los labios de Tamara envolvían su miembro y desaparecía por completo en su boca. El placer que la mujer rubia le estaba dispensando era sublime, mientras engullía su polla una y otra vez hasta que tuvo que frenar el ímpetu con el que Tamara se la mamaba, de modo que procuró relajarse un poco con el firme propósito de compartir el placer con la mujer. Al incorporarse vio a su esposa devorando una tranca con avidez que le hizo sentir cierto complejo, y una punzada de celos invadió su ser. La lengua de su esposa se recreó en el glande del amante para ...
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