Unas vacaciones con mis tías (1): La llegada a la playa
Fecha: 16/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... tartamudee un poco al contestar.
– Bueno, algunas… más que otras! Pude balbucear.
– Pues si yo fuera una de esas chicas, no dudaría en ser cariñosa contigo, jajaja!
Y se giró haciendo que su hermoso culo rozará mi cuerpo. Mi polla dio otro respingo y sentí como se enderezaba abultando mi bañador, parecía que ni el agua fresca era capaz de frenarla. Y mi tía? Que me había dicho? Cuando fui capaz de despejar la mente de la nube de hormonas que la ocupaba, pude analizar la frase, más o menos era que si fuera una de las chicas no dudaría en follarme. Joder!! Si llega a saber que yo me la follaría sin importarme su edad ni los lazos familiares! Mi mente de diez y ocho años saltó sin pensar.
– Pues tú estás estupenda, tía! Tampoco lo dudaría yo si te viera por la calle.
– Jajaja! Que salao que eres, Pedrito!
Mis ojos parecían tener un imán y sin yo quererlo volvían a clavarse en sus tetas.
– Anda, vamos a jugar un poco. Me tumbo de espaldas y tú me coges con las manos y me das vueltas!
Me dijo tirando de mi mano. Cuando llegamos al centro de uno de los círculos que formaban el ocho de la piscina se tumbó haciendo el muerto y puse mis manos en su espalda y comencé a girar sobre mi propio cuerpo. Sus tetas ahora afloraban como dos redondas montañas emergiendo de las profundidades. La línea de su cintura se cerraba y se volvía a abrir haciendo sus caderas redondas y sensuales. Podía ver el pequeño triángulo amarillo que tapaba el centro de sus muslos y me dio ...
... la impresión que había algo de vello púbico bajo el. Yo había estado con varias chicas y todas iban depiladas, nunca había visto un coño cubierto por una mata de pelo. Mi polla se acabó estirando por completo ante esa imagen.
– Ummm, como me gusta! Sujétame bien! No dejes que me hunda!
Me dijo mirándome con ojos pícaros. Mi mente podía estar calenturienta y depravada pero la sensación era que mi tía me estaba provocando para que la tocara más. Bueno, que podía pasar si la ponía la mano en el culo, como mucho que me la quitara. No lo pensé más, baje una de las manos y la puse en el centro de su hermoso culo.
– Ummm, ahora mejor, así no se me hunden las piernas!
“Joder!! Que le ha gustado que le toque el culo!!“ Pensé con las hormonas en plena ebullición. “ Bueno, pues habrá que hacer algo más, a ver qué pasa.” Estaba tan salido que ni me importaba que mi madre estuviera a unos metros, además, estábamos jugando, me dije a mi mismo como una tonta escusa. Moví la mano para sobarla el culo a la vez que se lo apretaba levemente.
– Ummm, que bien se está flotando en el agua!
Eso era una frase de asentimiento a mis toqueteos. “Joder, que pena que estén mi madre y mi tía tan cerca, que si no, la iba a dar un sorbo de pelotas!!“ Pensé en un estado de salidismo puro. Después de un par de minutos sobándole el culo bajo el agua me dijo.
– Ahora boca abajo, como si fuera un barco!
“Un barco! Menuda mierda de escusa! Lo que quiere es que le toque las tetas!“ Pensé ...