Unas vacaciones con mis tías (1): La llegada a la playa
Fecha: 16/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... ella.
– Si, si!
– Ven vamos a entrar ya verás qué bien está por dentro!
Era una caseta de unos seis metros de larga por tres de ancha. Había una mesa de madera con un par de sillas, también había un colchón viejo en un rincón y un montón de trastos para el cuidado del jardín. Una pequeña ventana con una malla para que no entraran insectos daba luz a la estancia. Cerró la puerta quedando partes de la estancia en penumbra. También había una bombilla pero no la encendió. Me llevó hasta donde estaba la mesa, que era más o menos por el centro y sin más preámbulos se bajó el pequeño sujetador del bikini y las dos grandes tetas saltaron sobre la tela.
– He pensado que aquí podrías tocarlas con más tranquilidad!
Me dijo con una sonrisa dulce pero en sus palabras se masticaba la lascivia. Mis ojos se abrieron como platos y relamí mis labios con mi propia lengua. No tuve que decir nada, en mi cara pudo ver el deseo y lo salido que estaba. Mi polla se enderezó de nuevo y me acerque con las manos levantadas, las puse sobre sus dos hermosas tetas y comencé a sobarlas a la vez que las miraba clavando mis ojos como arpones.
– Te gustan guapo? Asentí sin despegar mis ojos de ellas.
– Anda, cómetelas ya verás qué ricas que están!
Noté como sus manos comenzaban a palmar mi miembro por encima del bañador y lance mis labios contra uno de los grandes pezones. Sentí esa abundante carne en mi boca y comencé a devorarla haciendo una demostración de lo salido que estaba. Mi ...
... boca pasaba de un pezón a otro chupando como si fuera a sacarles leche mientras aplastaba y juntaba sus dos tetas con mis manos.
– Ummm, como me gusta, cielo! Me susurraba al sentir las potentes succiones.
– Que dura está! Me dijo con una voz dulce, como si tuviera todavía los diez años de cuando me vio por última vez. Sus manos agarraron mi miembro sacándolo del bañador y percibí cierta ansia en su manoseo. Baje una de mis manos hasta sus muslos y pase los dedos por el centro, ahora pude sentir mejor esa mata de pelo y los abultados labios. Su cuerpo dio un estertor al sentir el roce. – Uffff, que calentita estoy!
Dijo con la misma voz cálida y dulce. Mis dedos se colaron entre la tela y toque el vello púbico que cubría los gruesos labios. Fue una sensación agradable a la vez que excitante. Uno de mis dedos se introdujo abriendo los gruesos labios.
– Ufff! Ufff! Junto los labios y comenzó a emitir sonidos soplando y sorbiendo.
Al momento noté como se mojaba mi dedo. Ya no podía esperar más, mi polla estaba a punto de reventar, las venas se habían hinchado y el capullo comenzaba a ponerse morado. Fui a hacer intención de metérsela y me paró.
– Espera, espera!
Se bajó el tanga y lo sacó por los pies, después se sentó sobre la mesa con la mitad del culo fuera y las piernas abiertas, ahora la visión me pareció maravillosa, se veía esa mata de pelo recortada en forma de triángulo entre sus anchos muslos, algo que me pareció muy erótico. Su cintura se cerraba ...