1. En la finca de la Sierra


    Fecha: 16/08/2025, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... problema, y que les iba a fastidiar el verano, y así se lo hice saber a su esposa, pero la mujer tanto le rogó que al final, a regañadientes, termino aceptando.
    
    Y así, de buenas a primeras, aquel verano Anibal se vio haciendose cargo de dos sobrinas políticas y además de una amiga de ésta, también conocida de mí esposa, a la que todos llamaban Caty.
    
    Cuando aquella apareció por la finca, los primeros deseos de las chicas fue meterse en la piscina, de la que se apropiaron casi en exclusiva. Gabriel pese a su mayoría de edad, aun conservaba el cuerpo de una adolescente, pero había cambiado bastante en las últimas fechas. Era de estatura pequeña, y media no más de 1,65 de altura, pero eso sí, muy bien proporcionada, unas piernas delgadas y perfectas y aquella carita de ángel que la hacía bastante seductora. A Anibal, le llamo la atención, su amiga Catalina (Caty), la cual era más alta que Gaby, a la cual llevaba un tiempo sin ver. Esta se destaco por poseer un cuerpo escultural, rubia y con unos ojos bastante saltones, y con una carita bastante seductora. La marido de cuñada era bastante conservador, por lo que sabía que sus hijas habían sido criadas muy estrictamente. Su mujer, le había comentado que los padres de Caty eran igualmente estrictos y conservadores en la educación de aquella.
    
    Las jóvenes se cambiaron y pronto se dirigieron a la piscina. La sorpresa de Anibal fue comprobar los bikinis que portaban las dos. Las citadas prendas no dejaban lugar para la ...
    ... imaginación, y aquello les sorprendió, conociendo el carácter conservador de sus padres. Pese a no ser muy escandalosos, si comprobó que los senos trataban de salir de sus diminutas cárceles, y, algo pareció había que decir de su parte baja.
    
    Anibal sin poder remediarlo se quedó perplejo contemplando aquellas chicas. En una de las veces que salieron del agua, pudo observar que en aquellos modelitos podía detectarse la abertura de sus rajitas en sus biquinis. El no hizo comentario alguno a los demás, aunque se quedó nervioso, y al propio tiempo, noto una excitación en su cuerpo. ¡Joder, que es la sobrina de mi esposa!, pensó.
    
    Ese día tras almorzar y jugar a unas partidas de cartas, ya en la tarde, pronto a oscurecer, dispusieron las cosas para comer algo ligero y continuar cada grupo con lo suyo. Anibal por un lado conversando y tomando algunos tragos, y las chicas en la piscina. Ya cayendo la noche, observo que Catalina se le acerca y me pide un trago:
    
    - ¿D. Aníbal, podemos tomar un trago? Le pregunto con aquella carita de ángel.
    
    - No creo que sea adecuado que les de licor. Si se entera tu padre ¿qué crees que dirá? Le contesto.
    
    - No importa, yo ya he tomado alguna copa y a mi gusta y no me sienta mal. Además mi mamá me deja de vez en cuando. ¡Ya tampoco soy una niña!
    
    -Yo no sé si estará bien, pero no me parece muy correcto. No quisiera tener problemas con vuestros padres.
    
    Les miraron con desilusión y Gaby dijo:- -¡Pero tío no seas así! No te preocupes, nosotras ...
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