En familia con Paty
Fecha: 18/08/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... calientita, de todas maneras, mi piel espera que alguien me la caliente.”
Sus besos ya se orientaron a distribuirse sobre mis hombros desnudos, mi cuello y me mordisqueaba mis orejas, lo mismo que yo le hacía a él. Le llamaba mucho la atención besarme en el escote, entre mis dos senos, me lamía. No se atrevió a bajarme un poco el escote y llegar directamente a mis pechos, pero poco le faltó.
“¡Qué bonita eres! Paty me platicó de ti, lo dudaba. Es por eso que ella está enamorada de ti. Eres como una hermanita para ella, y, me perdonarás si te lo digo, sueño con cometer incesto, sabiendo todas las cosas que Paty me platica de ti.”
“¡Siendo tú hermano de Paty, te conozco y sé que sí estaría yo dispuesta a cometer ese incesto con persona tan bella! ¡Eres lindo, te siento como un clon de Paty, que es mi amor! Tú debes ser capaz de hacer las cosas que ella hace. ¡Te adoro, cómo a ella! Le dije. Propuse nos retiráramos a algún lugar en que los cuatro estuviéramos contentos.
“Propongo vayamos a mi casa, ahí podremos estar todo el tiempo sin que alguien nos moleste.” Propuso Paty.
“Primero vamos al hotel a registrarme y dejar mi equipaje. Un requisito para poder librarme de reclamos hogareños posteriores.” Dijo Alfredo. Lo entendimos. Conozco a mi rival muy bien, habría que darle comprobante de que no me vería, o estaría conmigo.
“Yo vengo y me quedaré en casa de mi hermanita, al enemigo no deberá de importarle.” Complementó Salvador.
Esperamos que Alfredo ...
... terminara con los requisitos de registro en su hotel y nos dirigimos, yo al volante, derechito a casa de Paty, sin preguntar. Todos estaban conformes. Al llegar se sorprendieron de lo bonito que se veía, cuidado y decorado por una experta. Yo ya lo conocía y, hasta ya tenía escogido el aposento que sería mío. Paty no contaba con una cava bien surtida, así que solamente tomamos cubas, los cuatro. Unas cubas que nos supieron riquísimas, a los cuatro, a pesar de la escasez de limones. Paty puso la música, cumbias casi todas, que nos dieron la inspiración para iniciar nuestros rituales de sexo.
Entre Salvador y yo ya estábamos muy avanzados. Ahí en la sala de la casa, él ya se había dado a la tarea de hacerme entrar en calor sobándome y besándome todo lo que antes el pully me había cubierto. Después de retirarle lo correspondiente a su vestidura formal, llevé el saco y el pantalón a colgar, pero éste, cohibido por estar casi desnudo frente a su hermana me siguió hasta el closet. Me sorprendió al abrazarme por detrás. Su ropa cayó al suelo, él me detenía por debajo de las axilas, besuqueándome y mordiendo mi espalda. Bajó y me mordió una nalga, bien fuerte, pero sentí rico, en eso:
“¡Hermanito! ¿qué le haces a la pobre de Silvia?” se acercaba Paty gritando de júbilo, pero en ese momento Andrés le terminó de subir el vestido, y dejarla solo con su calzón, se lo bajó algo, casi todo y le propició una muy buena mordida en su nalga más próxima a mí, que también estaba de pie, junto a ...