Soñando con su hijo (Final)
Fecha: 07/11/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Mdiazfreire, Fuente: CuentoRelatos
... amasaban con descaro las grandes tetas de su madre.
Al taxista no parecía importarle, y de hecho no les quitaba ojo de encima. En cuanto llegaron le dieron un billete sin esperar las vueltas, y fueron a su habitación medio corriendo.
Por fin llegaron a su alcoba. La ropa de Mayte no le duró mucho tiempo encima. Primero se quitó la blusa y el sujetador, exponiendo sus pechos deseosos de ser estimulados. Fernando se inclinó y hundió su cara en ellos, recibiendo su olor de mujer, y desfrutando de su suavidad con su cara y su lengua.
Mayte se echó en la cama de espaldas y se desabrochó los pantalones. Él se los bajó, y después fue subiendo de nuevo por las piernas de su madre, besando y chupando su piel con lujuria. Cuando llegó a su pubis, pegó su nariz a su coño por encima de las braguitas, inhalando con fuerza. Después se dedicó a lamerle el sexo sin quitárselas, lo cual estaba matándola de placer.
Sin embargo, el coño de Mayte necesitaba ser penetrado. Le miró y dijo:
"Déjate de tonterías y métemela, por favor…"
Fernando también lo estaba deseando, así que se desabrochó los pantalones y se la sacó, sin desvestirse. Apartó la parte frontal de las braguitas y presionó su glande sobre la entrada de su madre. Estaba tremendamente lubricada, y la tranca de Fernando entró fácilmente.
Empezaron a follar intensamente. Fernando se inclinó más, buscando de nuevo esa lengua que tanto le gustaba. Mayte echó los brazos hacia atrás, a lo largo de la cama. Fernando hizo ...
... lo mismo y agarró las manos de ella, mientras seguía dándole embestidas.
Mayte sentía que su hijo la estaba aplastando con su cuerpo, pero poco importaba. El gusto que sentía lo compensaba todo. Los gemidos de uno se ahogaban en la boca del otro mientras se ayudaban mutuamente a llegar al orgasmo.
Estuvieron en esa postura hasta que Fernando se corrió abundantemente, entre gemidos de los dos. Al notar la leche en su interior, Mayte se sintió un poco frustrada, ya que todavía le faltaba bastante para llegar al clímax. Fernando dijo:
"Tranquila cariño, en un rato estoy a punto otra vez"
"No pasa nada", respondió ella.
Mayte se dedicó a desvestirle por fin, cosa que llevaba deseando hacer toda la noche. Besó y magreó su cuerpo sin prisas - tenían todo el tiempo del mundo. Fernando alcanzó con una mano la entrepierna de Mayte mientras se dejaba magrear, para poder estimular su sexo.
Ella todavía tenía las bragas puestas, y el semen su hijo se había ido escurriendo viscosamente fuera de su vagina, por lo que se había formado un charquito ahí abajo. Fernando lo notó pero hizo como si nada, y empezó a masturbar a su madre así, presionando las bragas encharcadas contra los labios de su sexo.
Cuando Mayte lo notó le miró a los ojos lascivamente, dejándose hacer. Se sentía indecente, sucia. Era impropio de una mujer de su edad… pero no podía evitar que le gustara. Era la putita de su hijo, y debía dejarle hacer lo que él quisiera.
La polla de Fernando reaccionó ...