Los ojos de Beatriz
Fecha: 21/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Fantasma Verde, Fuente: CuentoRelatos
... un orgasmo nuevamente gimió tan fuerte que la bebé se despertó. Volteó inmediatamente a la puerta horrorizada, esperando que Ricardo apareciera, pero no fue así. Terminó de asearse rápidamente y salió de la ducha. Tenía más de un año sin sexo y no podía recordar cuándo fue la última vez que se corrió de esa manera haciendo el amor. Marcel, el padre de Adriana, había desaparecido tan pronto supo que estaba embarazada, por lo que toda la atención y cuidados los obtuvo de Ricardo, su hijo, desde que le mostró la prueba de embarazo. Lo había tenido a los 13 años y a los 19 se volvió madre soltera, haciéndose cargo ella misma de todo.
Sin darse cuenta, la interacción entre ellos pasó de ser una relación de madre e hijo a la de casi una pareja funcional. Durante el embarazo la acompañó a todas sus sesiones de ejercicios en la clínica y estuvo al pendiente de ella todo el tiempo. Inclusive pidió que estuviera con ella en el parto, pero cuando surgieron algunas complicaciones lo sacaron a la sala de espera y no la vio hasta que llevaron a Adriana a los cuneros.
Aunque la cercanía era muy tierna y cómoda trajo también mucha incomodidad, sobre todo cuando le daba de comer a la bebé. Ricardo hacía todo lo que podía por apartar la vista de sus grandes senos, pero terminaba siempre viéndolos descaradamente cuando su madre no se daba cuenta. Esta situación al principio, lejos de incomodarla, le parecía algo gracioso, pero con el paso del tiempo fue adquiriendo tintes eróticos que le ...
... provocaban cierta calidez en su entrepierna.
El por su parte estaba feliz con la relación que tenían. Siempre se mostraba cariñoso con ella y viceversa; nunca faltaba quien los confundiera con una pareja joven, pues Beatriz se veía casi de su edad. Alta, de cabello castaño y ondulado, solía llevarlo casi siempre en una cola. No era una mujer despampanante o de medidas exuberantes, pero con el embarazo, sus caderas se veían más anchas y sus pechos habían aumentado varias tallas. Estaba orgullosa de su figura, pero más de su trasero; no era muy grande, pero era firme y "respingón" y gustaba de lucirlo en mezclilla muy ajustada. Eso sí, Ricardo estaba consciente de la belleza de su madre.
- Ricardo ¿podrías ayudarme? - Lo llamó su madre. Cuando este entró en la habitación ella tenía a la bebé en su regazo y se estaba acomodando en la cama; metió la mano al sujetador y sacó pesadamente uno de sus senos. Ricardo notó que esa mañana en particular habían amanecido más inflamados y llenos de leche que el día anterior, por lo que se ruborizó y apartó la mirada. Su madre colocó a la bebé en su pecho y fue directamente a su pezón, del cual ya brotaba la leche. Mientras acomodaba las colchas miraba de reojo el enorme pecho de su madre y comenzó a tener una erección. Preparó rápidamente la cuna para cuando la regresara y salió de la habitación. Era la tercera o cuarta vez que tenía una erección viendo los pechos de su madre y eso lo avergonzaba; solo rogaba porque no se hubiera dado ...