Por la unión de la familia (4)
Fecha: 08/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... silencio, y digo casi, porque ese casi silencio era roto por suspiros, gemidos, jadeos, de íntimo, más que sibarita, placer. Y no aullaba, no tronaba en alaridos, cual era lo suyo al disfrutar un orgasmo, porque aquello, lo que entonces vivía, la tenía anonadada, incapaz de hacer nada que ni fuera entregarse enteramente a ese tremendo placer que sentía, disfrutando del sexo que su hijo le hacía como jamás antes disfrutara… ¡Y mira que no tenía ella “mili” ni nada en tales lances!... Pero nada, ni color siquiera todo lo anterior frente a lo actual, lo que en ese momento estaba viviendo…y disfrutando…
Otra cosa era lo que, en tal momento, Álvaro hacía y sentía. Por descontado que tallaba y tallaba en su madre como poseído por fuerzas extra-terrenales, incansable, denodado, a increíble velocidad, eyaculando en multitud de chorros que rompían en lo más profundo de la materna intimidad golpeando allí con fuerza impresionante, bramando, berreando, rugiendo cual león en la cima de su celo sexual. Pero en esta vida todo llega a “sé acabar e consumir”, y las eyaculaciones de Álvaro no fueron excepción, agotándose lo que parecía imperecedero.
Julia lo había notado, presentido, algún que otro instante antes, que experiencia para reconocer tales asuntos, precisamente, no le faltaba, y casi se aterrorizó, pues ella aún estaba en el séptimo cielo del Edén de Allah, disfrutando de su inacabable orgasmo, con lo que temió verse tirada, cortada, en tan particularmente gozoso ...
... trace…
·No pares, mi amor, no pares; aguanta, mi bien, amor mío, aguanta… Aunque acabes, aguanta, no te salgas de mí, amor; aún no he terminado…todavía me estoy corriendo… No me cortes, amor; no me cortes este tremendo, maravilloso, placer que me das con tu olla… Te lo ruego, amor mío, te lo ruego; te lo suplico, bien mío, vidita mía, sigue, sigue dándome polla…más polla, más, mi niño, mi bebé…hijito mío querido…
A decir verdad, Alvarito en absoluto estaba por dejar tirada a su mami queridísima, como tampoco por quedarse él mismo “tirado” al agotarse sus energías tras tan tremendo derrame, con lo que andaba más que empeñado en seguir “trabajando” la “prendita dorada” de su amada madre, esa “cosita” que le traía turumba perdido, loquito del todo… Y, a más, a más, seguir disfrutando de ese cuerpo de odalisca tan deseado, tan soñado, por él, durante todos esos meses. Claro que tenían tiempo, toda esa moche, hasta todo el día siguiente, para “hacerlo” un montón de veces, pero eso, en tal momento, ni lo pensaba, pues lo que más que querer, ansiaba, era beberse de un solo trago esa copa repleta de genuino placer de dioses que era el “tesorito” de su madre, el espectacular cuerpo materno
Sí, su espíritu estaba más que presto al “sacrificio”; lo ansiaba como pocas cosas deseara en toda su “pastelera” vida, pero, ¡ay!, que la carne era de un debilucho, de un enclenque, que tiraba de espaldas. Él quería; su mente, su voluntad, se empeñaban en ello, pero ¡ay! la carne, emperejilada toda ...