1. Por la unión de la familia (4)


    Fecha: 08/11/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... como quién dice, sacó de allí el rostro, mucho más interesado en insuflar aire en sus casi vacíos pulmones que en gozar del aroma, el sabor, de la suave, dulce, piel de su madre, por lo que quedó, más menos como estaba, encima de ella, con su miembro aún dentro de las entrañas de ella, pero el rostro vuelto hacia un lado, dándole a ella el cogote. No la vio, pero notó sus manos acariciándole cabellos y mejillas… Y sus labios, besándole el cuello, debajo mismo de la nuca, y sus dientes, mordisqueándole suave, tiernamente, el lóbulo de la oreja… Se volvió hacia ella, quedando los dos mirándose, frente a frente; alzó entonces su brazo diestro, tomándola por el cogote, haciendo que agachara su rostro, sus labios, su boca, hasta poderla besar en esos sus labios, esa su boca, que le volvía tarumba perdido.
    
    Así, besó esos labios, esa boca tan amada, tan deseada, con toda la pasión de su corazón, su alma, joven, apasionada, tremendamente ardiente, pero es que su mami querida, tampoco se quedó manca al corresponder a sus besos, caricias que acabaron en sendas comidas de boca a mordisco limpio, convertidos los dos en casi fieras salvajes, carniceras…
    
    Y así, la temperatura sexual de ambos fue subiendo y subiendo grados y más grados, hasta ponerse, de nuevo, al rojo vivo cuando él volvió a encaramarse encima de su madre, buscando sus manos separar las maternas piernas, cosa que ella, su madre/esposa, al momento consintió, abriéndoselas en todo su esplendor, mientras decía
    
    ·¿Ya ...
    ... tiene otra vez ganitas mi nene?
    
    ·Siempre, madre; siempre tendré ganas de ti.; siempre, siempre, ¿me oyes?, te desearé, porque te amo como jamás nadie te ha amado, como jamás nadie te amará…
    
    ·Lo sé, mi amor; lo sé… Y también yo te amo a ti como jamás nadie te ha amado, como nunca nadie, mujer alguna, te amará… Pero venga, mi amor; métemela, que estoy otra vez que ardo también yo… Así, mi vida; así… Dame polla, más, más polla… Así, mi amor, así…fuerte, con brío… Más, más; dame más, más, más… ¡Aayyy! ¡Aayyy! ¡Aayyy!... Me vuelves loca, loquita del todo, loquita por ti, mi amor…mi vida…mi cielo…mi bien, cariño mío…
    
    La noche fue larga, larga, extendiéndose a través de todo el día siguiente, domingo, y hasta casi, casi las claras del alba, las cuatro, cinco de la madrugada del otro día, el lunes, cuando ella se plantó con su hijo, haciéndole entrar en razones con lo de que tenía que dormir, descansar algo, siquiera un par de horas, pues a las siete sonaría el despertador llamándole al trabajo, al juzgado donde estaba destinado…
    
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    Desde esa noche han pasado ya casi veinte años, diecinueve y algún mes hasta este Noviembre del 2016, y ellos, Julia y su hijo, siguen juntos, amándose no como el primer día, esa su primera vez, su primera noche de amor, sino aún más, pues la mutua convivencia antes que apagar su amor, su ardorosa pasión, la encendió más y más según los meses, los años pasaban, amándose como hombre y mujer enamorados cada ...