-
Cuatro me aman, y las cuatro son ajenas
Fecha: 29/08/2025, Categorías: Incesto Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... me hice a un costado abriendo la sabana para darle lugar, espacio que ocupó después de haberse descalzado. Un rato más permanecimos en silencio, ella acurrucada y pegada, con su cabeza en el hueco de mi hombro. - “Algún contratiempo?” - “No propiamente, fue una duda muy seria que se instaló en mi cabeza pero que ya logré disipar”. - “Te puedo ayudar en algo?” - “Ya me ayudaste, pues si quedaba algún resquicio por resolver lo hiciste al ofrecerme tu apoyo”. - “Cada vez entiendo menos”. - “Ahora te explico. Mis padres, con la mejor de las intenciones, me hubieran preguntado qué me pasaba y después de dar vueltas, aconsejarme, o retarme, recién me hubieran ofrecido ayuda. Vos lo hiciste antes de saber nada, y ahí está la diferencia”. - “No sé a qué se refiere al diferencia”. - “Sigo la explicación. Salí con mi novio y ya al comienzo de la noche encendimos los motores, con lo cual se fue caldeando el ambiente hasta que casi, casi, me entrego. En la discoteca franeleamos mucho y regresando en el auto, en el portón de ingreso nos masturbamos mutuamente. Acabé como una burra y con toda suerte había a mano una caja de pañuelos descartables, que de lo contrario tendría goterones de semen por todos lados. En ese momento me enfrié y no quise que mi primera vez fuera con él”. - “Hacés muy bien en reflexionar antes de hacer algo importante”. - “Es fruto de la tortura sin fin a la que nos sometías desde chicas <No permitan que otro piense por ustedes>; así ...
... salimos y por eso, a veces, papá se enoja”. - “Dejalo renegar tranquilo que si cambia lo vamos a confundir con otra persona”. - “Como sos reacio a preguntar te voy a contar acerca de la duda que he resuelto. Quiero que mi primera vez sea con alguien que me quiera, pero no un amor de temporada, o una calentura disfrazada de amor como le pasa a casi todas. Mis hermanas tratan de no recordar ese momento pues les provoca tristeza”. - “Muy buena postura”. - “Además me niego a ser un número. Y eso es lo que surge del anuncio que algunos hacen ante sus amigos, <Ayer me comí un virguito>. De ser una persona, de manera súbita, nos transformamos en una miserable membrana rasgada, sin goce, sin afecto, sólo un trofeo a exhibir y, algunas veces, a descartar”. - “Totalmente de acuerdo”. - “Además quiero hacerlo con alguien que me quiera mucho y me vaya a seguir queriendo”. - “Ahí lo veo difícil pues resulta demasiado aventurado pronosticar el futuro”. - “A vos te parecerá difícil, y da la sensación que los años te están quitando agilidad mental, pues yo lo tengo perfectamente resuelto. Quiero que vos hagás saltar por los aires mi himen, me llenés el fondo de la vagina de leche y me hagás delirar de placer”. - “Eh. . .”. - “No digás nada. Si rebatís uno solo de mis argumentos retiro el pedido”. - “Vení, quedate entre mis brazos, vamos a madurar emocionalmente este momento”. Bajé los breteles del vestido, primero deleitándome ante la belleza de unos pechos ...