1. HORMIGONANDO


    Fecha: 19/09/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Sabía que es el turno de la más  pequeña de las hermanas, Tina, pero prefería tomarme un par de días. La única manera es volver a la capital. No había otra manera para no tener que aceptar los requerimientos de las pibas. Estoy seguro que entre las siete y las ocho de la noche me va a llamar Etelvina para mandarme a la hija. ¡A huir del ACV! ¡Me encontrará manejando hacia la ciudad!
    	Así fue. “Ahora no puedo Etel, estoy yendo a la capital. Nos vemos en tres días”. ¡Zafé! ¡Tres noches y dos días…, en paz! 
    	Por las dudas…, cuando volví al pueblo, fui directamente a la obra. Pero…, al anochecer tuve la llamada de Etelvina.
    -Hola, que tal… ¿puede ir Tina? ¡Está ansiosa! – Etelvina estaba de buena onda, como siempre. - ¡No la hagás esperar más!
    -¡Si! Si, que venga, la esperaré…, con todo cariño… 
    	Apareció a las 22. A ella sí la esperé en la puerta. Muy joven para estar a esa hora sola en la calle. ¡Fue una agradable sorpresa! Bellísima y decidida. ¡Se colgó de mi cuello y me abrazó con las piernas!
    -¡Qué lindo Dani! ¡Al fin! - ¡A los gritos en la vereda!
    -¿Qué pasa? ¿Tenés a tus amigas en la esquina? – Parece que no estaba tan sola.
    -¡Jajaja! ¿Cómo te diste cuenta?
    -Vamos adentro, no quiero escándalo en la vereda. – La tomé del culo y entramos. 
    -Si, papito. Si, tengo a mis amigas en la esquina. No creían que vendría a coger con vos. 
    -¿Y por qué tendrían que creer?
    -Porque todo el pueblo ya sabe que te cogiste a mis hermanas…, y dicen que yo soy muy chica para que ...
    ... me des bola. – Tina seguía gritando. - ¡Ahora lo saben! ¡Saben que toda la noche vas a tapar mis agujeros!
    -¿Y ahora? ¿Están en el jardín? – Yo decía cualquier cosa, para calmarla. 
    -Si, papito. Todas tienen ganas de estar con vos. Mamá y mis hermanas les dijeron a todas que coger con vos es fantástico. ¡Ya vas a ver! ¡Cada noche vas a tener alguna!
    	Nos besamos y la llevé alzada a la habitación. Suavemente la acosté y levanté su pollerita. ¡No había tanga! Era de esperar. Hermosos los labios externos, rosados y húmedos. Tina lanzó un fuerte gemido cuando invadí sus labios internos. ¿Seguiría a los gritos toda la noche? Me tomó la cabeza con ambas manos y empujaba hacia ella. Sus piernas apretaban mi espalda. Recorrí la concha todo lo posible.
    -Soltame la espalda preciosa. Levantá bien las piernas, bien arriba. 
    	Se las tomé y fui al culo. Besé el ano y metí la lengua. Entró sin dificultad.
    -¿Tenés el culito entrenado?
    -Si, estuve con el plug toda la semana, desde que mamá me dijo, para que fuese más fácil.
    	Recorrí toda la zona, desde el ano al clítoris. Tina seguía gimiendo. 
    -Papi, papito… ¡me corro! – Volvió a tomarme la cabeza. - ¡Ay… que rico! 
    	Sorbí todo lo que pude y me erguí para desnudarla. Pollera y blusa afuera. También las zapatillas. Tina tiene los ojos cerrados y la boca entreabierta. Cuando la solté para desnudarme – los breves pantaloncitos y la remera -, abrió los ojos y se arrodilló en el borde la cama. Me paré frente a ella. ¡Se la metió en la ...
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