1. La Cantina


    Fecha: 09/11/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... con nuestras lenguas jugando a las visitas, hasta que ella me indicó que me sentara. Así lo hice y nuevamente ella se sentó sobre de mis muslos, solo que esta vez dándome el frente y con una pierna de cada lado de las mías. Tomó mi pene y lo acercó a su gruta, colocándolo en la entrada y empezó a deslizarse hacia mí, mientras observábamos como iba desapareciendo poco a poco, hasta estar totalmente en su interior, unidas nuestras pelambres. Volvimos a besarnos con pasión desenfrenada, hasta que pasados unos momentos ella empezó un ligero vaivén con su cadera provocando que mi pene entrara y saliera alternativamente de su vagina. Dejamos de besarnos mientras ella continuaba su ritmo y yo la observaba embelesado, con sus ojos cerrados y su respiración entrecortada sintiendo su aliento fundirse con el mío. Ella mantenía sus brazos por encima de mis hombros, cruzando sus muñecas por detrás de mi nuca, mientras yo acariciaba tiernamente sus muslos. No pasó mucho tiempo sin que sintiera yo nuevamente la inminente descarga de mi semen, quise avisarle pero ya no tuve tiempo, la eyaculación fue nuevamente abundante adentrándose en el útero de mi amada.
    
    De repente abrió los ojos asustada, me vio y se levantó violentamente de mí, su mano izquierda palpándose la vagina que escurría mi leche y la derecha sobre su cabeza gritando:
    
    - ¡Torpe, torpe, torpe! ¡Que barbaridad!
    
    En eso volteó a verme donde yo estaba asustado, casi con ganas de llorar y nuevamente se abalanzó sobre ...
    ... de mí y me abrazó diciendo:
    
    - ¡Tú no, mi Amor (Mi Amor)! ¡Perdóname (Perdóname)! Me refería a mí misma cuando decía torpe, yo debí suponer que con tu juventud te recuperarías rápidamente y debí estar atenta, además era yo quién estaba sobre de ti, ni modo que te quitaras.
    
    Mientras decía esto me cubría de besos la cara, mientras yo trataba recuperarme del cúmulo de impresiones recibidas en tan corto tiempo. Después del sustote, mi miembro estaba totalmente flácido, aunque todavía escurría un poco. Volvió a besarme los labios, con una ligera caricia de su lengua.
    
    Entonces se incorporó y me dijo:
    
    - Ven, acompáñame, tengo ganas de orinar.
    
    Me tomó de la mano y me hizo seguirla. No creí lo que escuchaba, quería que la acompañara al baño donde iba a orinar ¿Me dejaría verla? El solo pensarlo hizo que se empezara a recuperar mi excitación. Efectivamente nos metimos al baño de ellos, de los patrones, al cual solo tenía permiso para entrar a limpiarlo, pero como empleado debía usar el de la clientela. Aquí tenían una ducha que usaba únicamente mi patrón, pues mi patrona llegaba bañada de su casa, en cambio él venía de estar todo el día en su trabajo. Total que me condujo y nos metimos a la ducha, una vez ahí, sin soltarme de la mano se agachó a orinar mientras yo la contemplaba.
    
    - Ahora te toca a ti ¿Tienes ganas?
    
    Me dijo, mientras se colocaba a mis espaldas y tomaba mi verga con su mano, para dirigir el chorro que por poco no sale de la excitación que me ...
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