1. LA VIRGINAL HISTORIA DE VIRGINIA


    Fecha: 27/09/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    En un paréntesis, que yo necesito para reponerme, Virginia me explicó que es lo que sucede en esa chacra y cuál es el motivo de la fiesta. 
    Hace unos años, Romualdo había empezado a cogerse a Virginia, quien todavía iba a la escuela primaria. En realidad, así empezó. El papá, capataz en la chacra de Romualdo, llevaba a su hija a la escuela del pueblo. A la primaria, recién empezaba. El patrón la llevó varias veces hacia el pueblo, a la escuela, dado que le quedaba cómodo pues tenía que ir por negocios. Virginia nos dijo que siempre había sido muy calentona, sobre todo cuando veía como su papá y su mamá cogían con tanto placer, completamente desnudos y sin nada que los cubriera. Esas eran las expresiones de Virginia. No sabía porque, pero lo que veía le gustaba y sentía que se mojaba la “cachucha” –como ella dice-, lo que la impulsó a llevar la mano allí abajo y acariciarse, lo que le provocaba mayor placer…, aunque creía que lo mojado era pis… 
    Además, ella sabía, por cómo la miraban, que era una linda nena, como es Claudia, y la puso de ejemplo. Fue así que comprendió que, a pesar de sus ganas, no podía hacer nada con el papá. Pero sentía muchas ganas de hacer lo que hacían su papá y su mamá, que reían y se divertían mucho, cuando jugaban así, con el papá metiéndole el pistolón a la cachucha de mamá, y que mamá pedía que lo haga más, más y más, que no se la saque, que lo haga más fuerte, todo eso. Le gustaba mucho ver a mamá y papá felices.
    Un día que Romualdo la llevaba ...
    ... a la escuela, ella estaba especialmente caliente y muy mojada. Lo de “caliente”, lo supo más tarde. En ese momento ni sabía que significaba…, pero acababa ver a su mamá y a su papá jugando en la cama, muy contentos…, y ella se había mojado toda, pero ni al baño pudo ir, porque había llegado Romualdo a buscarla. Así subió a la camioneta del patrón. Se sentía incómoda, contaba Virginia, pues creía que estaba orinada…
    Ella nos contó. Claudia y yo escuchamos atentamente. 
    
    “Para colmo tuve ganas de hacerle un cariñito en la pierna a Don Romualdo – no sé porque-, y le dije que me gustaba que me llevara a la escuela. Don Romualdo me miró sonriente, y me dijo que a él también le gustaba. Yo le dije que sí, que era lindo, y que me gustaría que siempre me llevara. Romualdo soltó una mano del volante y me acarició la pierna, llegando hasta el muslo. Me hizo temblar de placer. Supongo que Don Romualdo se dio cuenta. Me metió la mano más adentro, hasta la cachucha, que tenía totalmente mojada. «¿Te gusta?» me preguntó Don Romualdo. «Si mucho…» le contesté. «Pero…, tengo vergüenza…, me hice pis y no me pude lavar…» «¿Pis? No me parece. ¿Me dejás probar?» Don Romualdo seguía acariciándome el muslo. «Y…, si…, pero me da vergüenza…» «No te preocupés, no pasa nada.» Don Romualdo me metió la mano sobre la bombachita, la corrió… y me metió un dedo…, ¡se lo llevó a la boca y chupó! «No tesoro, no es pis…, es juguito de tu cachucha.» «Pero…, eso… ¿cómo es?» «Es… que…, algo te gustó mucho… y tu ...
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