LA VIRGINAL HISTORIA DE VIRGINIA - Relatos Eróticos

LA VIRGINAL HISTORIA DE VIRGINIA

... me mató! ¡Qué venga a coger semejante hembra sería glorioso!
	Había tenido un par de polvos con cada una. Virginia nos contó su historia mientras descansábamos. Su historia estuvo matizada por chupadas, lamidas, besos, caricias… ¡todo hermoso!
En eso estábamos, cuando golpearon levemente, como con timidez, a la puerta. En ese momento yo le estaba chupando la concha a Virginia, una vez más, ya andaba por el  décimo orgasmo. Nos miramos.
-¿Quién carajo puede ser? – De tanto chupársela ya tenía acidez. Menos mal que además de sildenafil siempre tengo antiácido!
-Dejen, seguí chupándosela, papito. Yo voy a ver. - ¡La nena es divina!
	Claudia, así como estaba, totalmente en bolas, preciosa, fue a la puerta de la habitación. De cualquier manera, Virginia y yo paramos la actividad, estando expectantes.
-Hola, ¿está Dani? – Lo que oímos.
-Si…, ¿Quién…?
-¡Betty, la esposa de Romualdo! – Virginia se irguió. - ¡Es la mujer de Romualdo!
-¡Vengo a ver a Dani! ¡Por favor! ¡No quiero molestar! ¡Cinco minutos nomás!
-Dejá que entre, Claudia… - Virginia se levantó. - ¿Qué pasa Betty? 
-¡Uy tesoro! Ningún problema. Sólo quiero ver a Dani. Los interrumpo un ratito, nomás. ¿Sabés? Vos lo vas a entender.
Virginia fue hacia la puerta. Se besaron muy cariñosamente. La hizo pasar y cerró.
-¿Sabés? Yo sé que vos lo entenderás… ¡Quiero mamársela a Dani, y que me llene la boca de semen! Todas dicen que es riquísimo y yo no lo probé. ¡Vos sabés que eso me encanta! 
-¡Jajaja! ¿Y cómo ...

... apareciste acá?
-Me enteré que Dani iba a venir y no quise perdérmelo. ¡No iba a tener otra oportunidad! 
	Mientras Valeria y la esposa de Romualdo se besaban y acariciaban muy explícitamente, con mucho cariño, metiendo mano en conchas y tetas, yo miraba a la recién llegada. ¡Una pelirroja súper voluptuosa, con carnes adecuadamente colocadas en las tetas y en el culo. ¡Una gordibuena perfecta! ¡Y quiere chupármela!
-Si, Betty, no hay ningún problema, si Dani no lo tiene… – Entre besos y caricias Virginia le explicaba.
-¡Ningún problema! – Grité yo, separando la boca de la conchita de Claudia. - Pero antes quiero conocerte.
.Si, Dani, gracias. Soy la esposa de Romualdo, vine porque me enteré que estabas vos y te quería conocer. Todas me han dicho que el sexo con vos es la gloria y que…, bueno, lo que tenés para dar… ¡es riquísimo!
-Pero… ¿quiénes son “todas”? Yo no tengo amantes en este pueblo. – No quiero hacerme el padrillo.
-Bueno…, no quiero chimentar. Pero me encuentro seguido con Etelvina y las nenas, y ellas me hablaron de vos. Que viniste por la fábrica y que te vas a quedar unos seis meses. Sería glorioso que podamos compartir “cosas” en estos meses, con gusto, con mucho gusto. Betty se acercó a la cama, siempre abrazada con Virginia. - Y con Dalia, Amalia y las chicas. No conozco a la nena que está con vos, pero te aseguro que Virginia es maravillosa. ¡Absolutamente maravillosa! Compartí cinco años con ella…
-Betty… ¡no le conté nada a nadie!
-Si, lo sé, mi amor. ...