La reeducación de Atrana (27)
Fecha: 09/11/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... la persiana, cierra el negocio y seguimos hablando tranquilos?
Lucía, al escucharla, se desesperó y oprimiéndole un brazo con los dedos crispados de su mano derecha, le imploró:
-No… no, señorita Milena, por favor… con hombres no… ¡Por favor!...
-¿Qué está diciendo? –preguntó el vendedor sin poder dar crédito a lo que parecía estar sugiriendo la extraña clienta.
Milena afectó un tono calmo y repitió:
-Le estoy pidiendo que cierre el local, señor mío, que baje la persiana y sigamos hablando tranquilos. O me va a decir que no le gusta mi cachorra… Mire cómo le abulta el pito bajo el pantalón…
-Vea, señorita, yo no sé que pretende, pero le pido que usted y su… su perra o lo que sea se retiren. –exigió el comerciante temiendo de pronto que aquello fuera una trampa para perjudicarlo de alguna manera.
Milena no se dio por vencida y tomando la mano derecha de Lucia la apoyó en el bulto del vejete.
-Apretá, nena, vamos.
Lucía, desesperada, frunció su rostro en un pucherito predecesor de una serie de sollozos que, lejos de conmover a la asistente, la excitaron aún más. En ese estado, Milena comenzó a bajar la persiana del local provocando la inmediata reacción del comerciante, que trató de detenerla.
-Vamos, señor mío, ocúpese de la cachorra. Y vos, perra, hacé lo que te ordené o ya vas a ver lo que te espera. ¿Querés volver a la sala de juegos? ¿Querés que llame a la señora y le cuente lo mal que te estás portando?
-Por favor, señorita Milena… ...
... rogó Lucía lloriqueando.
Milena, que había terminado de bajar la persiana, se plantó ante ella, le cruzó el rostro de una bofetada y bramó:
-¡OBEDECE, PENDEJA DE MIERDA! ¡AGARRALE LA PIJA Y SACÁSELA DEL PANTALÓN!
El comerciante miraba la escena con ojos agrandados desmesuradamente por el asombro al tiempo que la erección de su pija aumentaba y mucho más cuando Lucía, llorando, le abrió la bragueta y con mano temblorosa se la sacó afuera del pantalón. La chica miraba hacia otro lado cuando Milena le preguntó al comerciante:
-Seamos directos, estimado señor: ¿cómo le gustaría usar a mi perra? ¿quiere cogérsela o que se la chupe?
-Pero, ¿voy a tener que pagar?
-Claro que no, no es prostitución. –aclaró Milena.
-¿Es virgen? –preguntó el viejo aún sin entender muy bien de qué se trataba la extrañísima situación que estaba viviendo.
-¡Nooooo! Es una perra muy puta. –aclaró la asistente mientras Lucía se mordía el labio superior con una mezcla de rabia, asco e impotencia.
-Bueno, que me la chupe y después me la cojo. –decidió el viejo y precisó de inmediato: -Por la concha y por el culo.
En el rostro de Milena se dibujó una mueca de morbosa satisfacción y le hizo otra pregunta al viejo:
-¿Quiere que se desnude ella o prefiere hacerlo usted?
El hombre meditó durante unos segundos y finalmente dijo:
-Prefiero ponerla en pelotas yo.
-Bueno, adelante. –concedió Milena y de inmediato el comerciante se abalanzó sobre la chica, que instintivamente ...