LA VIRGINAL HISTORIA DE VIRGINIA 2
Fecha: 02/10/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... conversadores, bebiendo bastante licores y cerveza. Parece que nosotros fuimos los últimos. Romualdo saludó con cariño a su mujer. Todo bien. Saludamos a todos, y junto con Amalia y Dalia fuimos hacia la camioneta. Virginia nos saludó con cálidos besos. En mi oído me dijo “Esperaré que Betty me venga a buscar. Prontito iré a tu casa”.
-Te espero, preciosa.
Cada una en su casa. Yo en la mía. ¡A descansar! Sólo quería dormir. Me acosté a las 8 de la noche. Dormí de un tirón hasta las cuatro de la mañana. Fui al baño y seguí durmiendo. Pero a las siete de la mañana estaba en la obra. Las chicas de la oficina me esperaban para una nueva sección de “baño”.
-Chicas, tengo que recuperar tiempo. Pronto estaré más libre. – En realidad no quiero que me pase como al marido de Etelvina.
Todo el día trabajando y haciendo lo que realmente tengo que hacer. Para eso me pagan. A eso de las siete de la tarde estuve de vuelta en casa. No terminé de bajar y una señora me estaba esperando.
-Hola, buenas tardes ingeniero.
-Buenas tardes… - No tengo la menor idea de quién es.
-Perdone que lo moleste…, pasa… que mi nena estudia el secundario en la ciudad. Anda bastante bien, pero tiene muchas dificultades o problemas, con física y matemáticas y quisiera que usted la ayudara…
-Pero… yo no soy profesor… ¿Quién le dijo eso?
-Es que siendo ingeniero… creo que sabe de materias técnicas ¿no? Además, tanto Tina, la nena de Etelvina, como Claudia, la nena de Dalia, nos dijeron…, a mí y a mi ...
... nena, que usted es muy buen profesor, y que les enseñó muchas cosas lindas, que lo sabe hacer muy bien. - ¡Vaya a saber qué cosas le dijeron que yo enseñaba bien!
-Si, claro, fui docente varios años…, pero ahora trabajo toda la semana. No tengo tiempo para dar clases privadas.
-Si, lo sé señor. Pero no lo molestaremos durante la semana. Mi nena estudia en la ciudad, acá no hay secundario.
-Si, lo sé. ¿Y entonces?
-Bueno…, la puede ayudar los sábados o domingos…, cualquier día.
-¡Esos son los días donde espero descansar! – ¡Lo único que faltaba! No quiero ACV por “culpa” de las mujeres…, y lo voy a tener por exceso de trabajo.
-Mire…, yo le doy lo que quiera.
-¿Pero qué… qué cosa?
-Lo que quiera ingeniero, todo lo que usted quiera…, lo que más le guste… ¿Podemos hablar adentro?
.Si, claro. Usted se puso hablar y yo no siquiera la invité a entrar. Disculpe, por favor.
-No hay problema, ingeniero. Lo que usted diga. – Entramos a casa.
-¿Sabe? Quiero que mi nena aprenda y ande bien también en estas materias. Yo le doy lo que quiera, ingeniero, todo lo que usted quiera, si le ayuda.
-¿Qué cosa? No es cuestión de dinero. ¡Es que necesito descansar!
-Lo que quiera ingeniero, cuando quiera, en mi casa o la suya. Durante la semana mi marido no está, pues trabaja en la ciudad. Ocupa un departamento junto con la nena. Ud. puede venir cuando quiera y le doy todo lo que tengo.
-Señora, no estoy hablando de dinero. No es por dinero…
-Si, lo sé, ingeniero. Yo tampoco estoy ...