Un romance en Cancún con la esposa de mi sobrino - Relatos Eróticos

Un romance en Cancún con la esposa de mi sobrino

... abrí las piernas y comencé a comerme su rajita, luego además le metí un dedo y la pasaba la lengua por su clítoris, la preciosa Dayana daba aullidos de placer y no tardó en correrse en mi boca, la lamí sus juguitos agridulces de su rajita.  Luego me giré e hicimos un delicioso 69, ella mamó y lamio mis cojones, que ricooo!!, ya estabamos listos, me puse encima y se la metí todita, luego me puse a moverme encima, nuevamente le tomé sus delgados y pequeños pies y los devoré a chupones y lenguetazos.  Que rico, sentir la brisa fría del mar en nuestros cuerpos calientes.  Dayana me pedía casi a gritos que no dejara de cogerla, quería correrse como nunca y prevo empezó a decirme entre gemidos -que metida de verga me estas dando Estuardo-, -dame más, soy tu puta!-, algo que no había oído decirme, yo aceleré y ella me arañó la espalda y se corrió como nunca,  Yo eyaculé como si estuviera orinando, una gran cantidad.  Se fueron apagando los gemidos y quedamos un rato en silencio, solo el ruído del mar.   Al rato ella me pidió que caminaramos al mar y nos aseáramos, nos pusimos los trajes y caminamos un rato, nos paramos a abrazarnos y besarnos, los besos fueron muy calientes, ella metió su mano en mi bañador y me masturbaba la verga, yo le tomaba las nalgas y se las apretaba.

Pronto nos volvimos a calentar.  Nos fuimos al primer camastrón cercano a nosotros, no donde estaban nuestras toallas.  El camastrón tenía arena encima, así que yo me quedé abajo y Dayana se subió encima y ...

... haciendo a un lado su traje se sentó sobre mi verga metiéndosela rico en su vagina.  Luego comenzó a cabalgarme rico, suave y lento al principio, pero conforme pasaban los minutos sus movimientos fueron salvajes y se movía como si quisiera extirparme la verga, me sacó la leche y ella se sacó otro orgasmo. Terminamos entre gritos y gemidos de nuevo.  No cabe duda que eramos almas gemelas en la cama.

Para no aburrir, todos los días cogimos, o en la piscina, o a orilla de la playa, o en la cama de hotel.  Al regresar, nos chateabamos diariamente recordando los buenos momentos en Cancún, y con la promesa de volvernos a encontrar.  Lo cual sucedió como al mes de regresar.  Ella me escribió que mi sobrino no estaría cierto día, yo hice lo imposible, para que de mi trabajo me nombraran a un lugar cercano, así que llegué a su casa.  Ella me recibió con abrazos y besos, pregunté por los niños, ella me dijo que los envió con su hermana, que tiene niños de la misma edad y ellos se fueron felices.  Esa noche, para empezar y luego de comernos a besos y tener sexo oral riquisimo.  Nos metimos a la ducha, allí nos bañamos, tuvimos más sexo oral y la penetré de pie.  Luego nos fuimos asi mojados a la cama y a coger como conejos.  Casi toda la noche estuvimos despiertos, o cogiendo, o besándonos, abrazándonos, o sexo oral.  Hasta la madrugada nos dormimos por fin luego de echarle tres polvos, y unas cinco corridas de ella.

No sé como terminará esto.  Pero por lo pronto ya llevamos dos ...