SEGUIMOS JUGANDO 2
Fecha: 08/11/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... así siento tu rose en el culo. ¡Es divino!
Adentro, afuera, adentro… Se inclinó hacia mí. ¡Sus tetas en mi boca! ¡Esto sí que es bueno! Le metí un par de dedos en la concha.
-¡Qué rico papito! – Aumenta la velocidad. ¡Cómo coge esta piba! - ¡Dios, es tan lindo! ¡Acabo de nuevo!
Me bañó nuevamente. Ahora parece que es ella la que necesita descansar. Se acostó a mi lado, sin dejar de acariciar la pija.
-¡Qué bien lo hacés! ¡Cómo me gustaría venir todos los días!
-No tenés que dejar la escuela. Es lo mejor, inclusive por el sexo.
-¿Cómo? – A la nena le interesó.
-Ya te lo voy a explicar. Más adelante, cuando me muestres que vas bien en la escuela…
-¡Uy no! ¡Parecés mi mamá!
-¿Qué? ¿Tu mamá te enseñará porque sirve para el sexo?
-¡No! ¡Jajaja! Digo que ella también me jode para que estudie más…
-Me parece muy bien… Pero no quiere decir que no puedas venir todas las veces que tengas oportunidad…, siempre que yo no tenga compromisos…
-¿Estás muy ocupado? – Felisa se había puesto de costado, con una de sus piernas sobre mí. - ¿Con cuántas cogés en el pueblo? ¿Eh? Seguro un montón…
-Vos sos muy importante.
-Si, pero hay otras… ¿Cuándo empezaste?
-¿Con qué?
-Pues…, ¿a coger? ¿Cuándo empezaste a coger? Chiquito, ¿no? ¡Jajaja!
-Bueno…, pero era muy inocente. No sabía nada…
-¡Jajaja! ¡Seguro! - Felisa no estaba convencida de mi inocencia… - ¡Vamos…! ¡Seguro que cuando se te paró ya buscaste una conchita para meterla! ¡Jajaja!
-No, no, no es así. – Estábamos ...
... acariciándonos, para variar. – No tenía la menor idea de lo que era el sexo cuando me lo enseñaron…
-¿Cómo fue? - ¿Por qué será que las jovencitas o adolescentes siempre quieren saber cuándo empezaste?
-Y… fue cerca de aquí…
-¿De este pueblo?
-Y si…, más o menos. En esta zona, unos 150 kilómetros desde este pueblo. Pero en aquella época los caminos eran de tierra. En ese pueblo la escuela ya era mixta. Una compañerita y una amiga más grande, que estaba en el último grado, me invitaron a jugar un sábado a la tarde. En ese entonces, en esta región, había clases los sábados…
-¡Qué garrón! – Felisa es una chica normal.
-Bueno, ese sábado era feriado, no sé porque. Me invitaron a jugar. Hacía solamente tres semanas que vivía en el pueblo, por trabajo de mi papá. Íbamos a “jugar al doctor”. ¡Me enteré lo que los doctores hacen a los pacientes y los pacientes a los doctores! ¡Jajaja!
(Le conté a Felisa lo que ya le había contado a Laura, la kiosquera, hace un par de años atrás. No lo voy a contar de nuevo).
-¡Jajaja! ¡Fue divertido!
-¡Sobre todo para mí! Ahí en más tenés razón. A partir de ese momento traté de metérselas a todas las chicas que tenía mano, sin dudar…
-¡Jajaja! ¡Ya lo veo! – Felisa me sacudió la pija.
-¿Por qué? ¿Te molesta? – Para no ser menos, le metí un par de dedos en el culo.
-¡Todo lo contrario, me encanta! – Se inclinó hacia la pija y la besó. - ¡Ojalá seas siempre así!
-¿Y vos?
-¿Yo qué?
-¿Cuándo fue la primera vez que te la metieron?
-¡Ahora el ...