1. SEGUIMOS JUGANDO 2


    Fecha: 08/11/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... curioso sos vos! ¡Jajaja! – Se acurrucó contra mí. Nos acariciamos mutuamente, con suavidad, con cariño. – Bueno, te cuento.
     
    «También estaba en los primeros grados. Ya te dije que veía como cogía mi mamá con sus novios. No con todos juntos, pero venían dos o tres por semana. A mi padre no lo conocí. Tampoco sé si mi mamá supo quién era. Nunca me lo dijo. La cosa es que yo espiaba. No sabía que era, pero…, averiguando con compañeras y amigas, que espiaban como yo, me enteré. Entre otras cosas, que era peligroso que un chico te metiera el pito, porque te podía lastimar, pero al verlos me daba ganas de probar. ¡A mamá le gustaba! Entonces supuse que era lindo…, y se me mojaba la cachucha… Después me aconsejaron que, si tenía ganas, me pasara los dedos. Y empecé a hacerlo.» 
    «En algún momento convencí a un vecinito de que me dejara chuparle el pito, como veía hacerlo a mamá, pero no pasó nada. A mí me pareció rico, pero no sé si a él le gustó. No conseguí convencerlo que me la chupara a mí. Yo quería hacer lo que veía hacer a mi mamá, pero no lo convencí. Para que me acariciara la cachucha tuve que agarrarle la mano, pero tampoco pasó nada. Lo intenté varias veces, pero este nene no hacía nada. Sabía menos que yo. En la escuela era imposible, pues en cuanto alguien te veía junto a un chico empezaba a alcahuetear a los gritos. ¡Son terribles! Hasta que una compañerita me dijo que el hermano la había acariciado…, allá…, abajo… ¡Le gustó mucho! ¡Y yo quise que me hiciera lo ...
    ... mismo!»
    «La compañera de la escuela me dijo que el hermano, además de acariciarle la cachucha y la cola, le dio el pito para que se lo chupara. Me dijo que fue muy rico. ¡Yo quería hacer lo mismo! Le insistí para ir a su casa, a conocer al hermano. Era mayor que ella. Empezaba el secundario. No es que no quería que fuera. Lo que pasa es que tenía miedo que al hermano le gustara más estar conmigo, y entonces no la  acariciara más a ella, pero le hice entender que ella iba a estar siempre con él, y yo sólo de vez en cuando. Al fin la convencí… ¡y me volví loca! El chico era hermoso, grande, y una cara divina. Recién empezaba el secundario… ¡y tenía un montón de compañeros!» 
    «Por supuesto que no le iba a decir “acariciame como a tu hermana”. Algo había que inventar, pero estaba la madre. No podíamos hacer nada. Él la había  acariciado a escondidas. Así que me quedé con las ganas. Luego ella me dijo que yo le había gustado mucho al hermano, y él le había prometido que no la iba a dejar de acariciar aunque me lo hiciera a mí. En los días siguientes, siempre a escondidas, el hermano le había chupado la cachucha… ¡y se había hecho pis! Pero el hermano le dijo que no importaba, que ella era rica igual…» 
    «Al fin quedamos que me avisaría en algún momento en que la mamá no estuviera o se fuera, y así fue. Varios días después me avisó, y fui. El hermano, que se llama Ernesto –ahora tiene 22 años-, nos recibió a las dos. La mamá ya se había ido. Nos dijo que fuéramos a su dormitorio, ...