Celebraciones familiares (3): El cumpleaños (Continuación)
Fecha: 12/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos
Resumen: A sus 45 años, cuando en medio de una discusión su hija le dice que es una amargada que no disfruta de la vida, María Luisa se da cuenta de que no puede seguir perdiendo el tiempo.
Hay un refrán que dice “Cría fama y échate a dormir” y este refrán se puede aplicar a otros tipos de éxito y reconocimiento, como el sexual. Si además se te da bien arreglar cosas, las mujeres no te dejarán en paz.
Me llamo Roberto y llevaba más de diez años felizmente casado con Teresa la primera vez que le fui infiel, sorprendentemente por culpa de su modosa, educada, y cohibida prima Piedad. Confieso que el primer sorprendido fui yo mismo, Piedad era y es catequista en la parroquia además de tocar la guitarra en el coro del pueblo. Quién me iba a decir a mí que desinhibida por unos Gin-Tonics en la boda de su hermano Sebastián la mosquita muerta me provocaría como una auténtica calientapollas. Al parecer mi mujer tuvo algo de culpa ya que le había contado que me lo monto bien en la cama. Así, la recatada prima que era buena pero no tonta, no paró hasta conseguir “hincarle el diente” a mi polla.
La excitación había hecho que me dejara llevar por la prima de mi mujer a un rincón de la discoteca para meterle la lengua en la boca, bueno la lengua primero y la polla después. Por suerte o por desgracia el azar quiso que dos muchachas nos descubrieran. Una de aquellas muchachas era Carla, su sobrina. De pronto mi mirada se cruzó con la de muchacha, y lejos de avergonzarme la miré con ...
... satisfacción. Satisfacción de tener a su estricta y disciplinada tía Piedad comiéndome la polla. Ante los ojos atónitos de la muchacha sujeté con ambas manos la cabeza de su tía y le dejé claro a ambas mi carácter dominante. Aquella fue la primera vez que intuí lo que iría concretándose con el paso de los meses. Aquella noche de bodas empecé a convertirme en el hombre de las Blázquez.
Teresa - Roberto
Rodrigo - María Luisa = Carla // Piedad - Paco // Sebastián – Montse
Tiempo después, en un gélido mes de febrero toda la familia se congregó para celebrar la mayoría de edad de joven Carla. Como soy el manitas de la familia, mientras yo hacía unos arreglos en la desvencijada casa de campo, mi mujer, su prima Piedad y María Luisa salieron a dar un paseo. Como es normal comentaron las cositas que se habían comprado en las rebajas y animada por el sol mi mujer, con diferencia la más caliente de las tres, no se cortó un pelo:
Teresa: ― Sí, sí, el abrigo es chulísimo pero lo que le gustó a Rodrigo fue el conjunto de Oysho y las medias de liga ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Casi me rompe el tanga...
Piedad: ― Jo, que bestia que es, ¡qué envidia!
María Luisa: ― Como sois. Ni que tuvieseis veinte años.
Piedad: ― ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Necesito amor, ¡¿Qué quieres que haga?!
María Luisa: ― Pues aguantarte, como todas.
Teresa: ― Anda que tú también, que anticuada. ¡Eso ya no se lleva!
Piedad: ― ¡Aguantarme, dice! ¡En cuanto veo un tío bueno se me pegan las bragas! ¡Eso no hay quién ...