51.1 Adiós a tantas cosas
Fecha: 14/11/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Ayer cuando llegué a casa, había flores nuevas en el búcaro que compró mamá en septiembre del pasado año, Anwar continuaba con lo que su hijo comenzó y aunque no lo hacía tan a menudo como él, yo solo había tenido que comprarlas en un par de ocasiones, el resto había sido él quien mantenía vivo aquel rincón de la sala.
Pensé si sería Ray el que le recordaba a su padre que me las trajera, en todo caso era así y una forma también de decirme que me recordaba, como yo hacía con él.
La puerta continuaba rota pero había colocado una cuña para que el viento no la abriera y puesto un cartel para que se utilizara el portón automático con el mando de los vehículos.
Preparé mis cosas para el día siguiente, y después de recibir la llamada de Gonzalo, cuando la reunión con Borja y el abuelo hubo terminado, escuché música trabajando en el ordenador un rato.
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El desastre causado por el vendaval había sido reparado en parte, Anwar regaba las plantas y se acercó para ayudarme a meter mi portátil en el coche y abrirme la puerta, nos saludamos y me pidió disculpas por que no habían venido a repararla, como si fuera su culpa.
Durante la mañana estuve todo el tiempo metido en las reuniones, teníamos que trasladarnos a la depuradora Elie y yo pero André se negó, no quería que continuáramos faltando a las reuniones los dos y al final, la pobre chica, tuvo que ir para resolver las dudas de Milou y ayudarle. Lo lógico era que hubiera ido ...
... yo pero él era el jefe y el que ordenaba, además le veía irascible y malhumorado, no era el momento de contradecirle.
Cuando Elie estuvo de vuelta hablé con ella para comentar como les había ido el trabajo.
-Hoy nuestro jefe está irritado, según ha pasado la mañana ha ido a mejor, pero estaba inaguantable, no sé lo que le puede haber pasado. –Elie me mira, una mueca curiosa de risa contenida aparece en sus labios.
-¿No sabes por qué está así? Tú eres el culpable indirecto de su enfado. –debe verme asombrado y suelta una risita sardónica.
-Pidió un graduate a York para sustituirte y no se lo envían por ahora, quería que tú te ocuparas de llevar la coordinación de la planta experimental con la de producción de Bristol y los clientes, con tu marcha a Londres le has hundido sus planes.
En el comedor le pedí a Milou que comiera en la mesa de mi jefe, conmigo y los que estaban en la misma categoría en el organigrama de la empresa, mi jefe no le tenía mucha estima por su carácter apocado y creía que le vendría bien abrirse y conocer lo que se hablaba al nivel de su puesto.
No era normal que se hablara de trabajo comiendo, André miró a Milou con cierta sorpresa y comenzó a preguntarle sobre los problemas que estaban surgiendo para no poder satisfacer las exigencias de Medio Ambiente y parece que se le había calmado su enfado.
Llamé a mi padre para comentarle mi idea de dejarle el coche a Ray.
-Es tuyo y puedes hacer lo que quieras con él. –esa fue su escueta ...