1. La granja: ¿Premio o castigo? (4) Dos hacen el amor


    Fecha: 15/11/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Crom, Fuente: CuentoRelatos

    ... pendiente.
    
    Estábamos los dos sentados lado a lado en la cama iluminados con la luz de la luna que entraba por la ventana, mientras nos sacábamos los zapatos en silencio pero Erick rompió el hielo:
    
    Primo estuvo muy bueno el paseo hoy día –dijo mi primo mirando al frente
    
    Sí, la pase genial y más con el celular que me regalo tío Al – dije yo contento.
    
    Dan, te puedo hacer una pregunta – dijo girando y mirándome a los ojos.
    
    Dime primo que pasa – tranquilo conteste.
    
    No quisiera incomodarte, pero te acuerdas la otra noche que tú y yo ya sabes – dijo el tímido
    
    Si me acuerdo y también lo que acordamos, ya pasaron dos días y ya estoy completamente digamos de algún modo, bien, porque nunca estuve mal, solo que, bueno tú me entiendes – dije al final al parecer Erick me había pasado su timidez.
    
    Entonces ¿puedo? mmm esteeee – dijo buscando la palabra perfecta para decir – ¿Hacerte el amor? – finalizo la frase con una mirada tierna en sus ojos pero avergonzado de lo que había dicho.
    
    Claro que puedes, Erick – le dije mirándolo a los ojos.
    
    Erick dirigió su mano hacia mi rostro y me acaricio suavemente, se acercó mucho más a mí y nuestras bocas se juntaron, no eran besos lujuriosos ni morbosos, sino al contrario eran románticos y suaves, quitaba los botones de su camisa uno por uno con mis manos hasta que su torso velludo quedo al descubierto, nos separamos un rato para que él pueda deshacerse de su estorboso trapo y así aun como estábamos, sentados, ayudo a ...
    ... retirar mi camiseta tras lo cual se inclinó hacia mis pectorales y los beso tiernamente.
    
    Se incorporó y me miro a los ojos como esperando una aprobación para seguir, yo le hice un gesto con la cabeza, y se acercó más a mí, mientras caíamos lentamente a la cama, me besaba la boca, el cuello, recorría con besos hasta mi abdomen y se regresaba a mi boca, me estremecía todo lo que él hacía.
    
    Así duramos un rato más, luego cambiamos de lugar y esta vez era el, que estaba debajo de mi, mientras recorría de su cuello hasta donde comenzaba su pubis, mire y note que su verga estaba pidiendo a gritos ser liberada así que decidí que ya era tiempo y comencé por quitarle el cinturón, quite el botón de su pantalón, baje el cierre y su monstruo amenazaba con salir disparado de no ser por la tela del calzoncillo que lo cubría.
    
    Acostado en la cama como estaba levantó la pelvis para ayudar a bajarle el pantalón un poco y así pude disponer de su verga para practicarle un poco de mi cariño que tenía hacia él, tenía su mirada puesta en todos mis movimientos, comencé por darle tiernos besos en el glande hasta recorrer todos los centímetros de tan portentosa herramienta.
    
    La habitación estaba en silencio y no hablábamos, solo se escuchaba su respiración entre cortada, su mirada atenta seguía la cariñosa mamada que le estaba brindando, se la chupaba no desesperado como estaba acostumbrado, sino lentamente, de arriba abajo pasaba mi lengua, era una maravilla tener esa pinga en mi boca.
    
    La ...
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